Unos 150 inmigrantes continúan en la frontera ítalo-francesa

Las fuerzas policiales no han intervenido por ahora para desalojar a los inmigrantes.

Unos 150 inmigrantes continúan en la frontera ítalo-francesa
Unos 150 inmigrantes continúan en la frontera ítalo-francesa
Luca Zennaro

Un grupo de unos 150 inmigrantes permanece en la escollera próxima a la frontera entre Italia y Francia en Ventimiglia (noroeste) sin que las fuerzas policiales hayan intervenido por ahora para desalojarles.


Muchos de ellos están lavándose en el mar, al tiempo que servicios de la Cruz Roja italiana comenzaron desde las 09.00 locales (07:00 GMT) a llevarles agua, leche, galletas y bizcocho. Los inmigrantes, en su mayoría hombres y de origen somalí, eritreo, sudanés y libio, están sobre las piedras al borde del Mediterráneo a unos quince metros de la frontera entre los dos países.


Agentes de la policía del Estado italiana y gendarmes franceses están en la zona, sin que de momento se aprecien indicios de que vayan a obligar a los inmigrantes a dejar el lugar, a diferencia de lo que ocurrió en la mañana del martes.

"La situación respecto ayer es mucho más tranquila. Los inmigrantes que se encuentran sobre los escollos son cada vez más, (Calculamos) que al menos son 150 personas pero desde el desalojo de este martes por la mañana todo ha transcurrido con normalidad", dijo Fiametta Cogliolo, coordinadora de la Cruz Roja italiana.


Este organismo es por el momento el único que está prestándoles asistencia en el lugar, adonde ha desplazado una ambulancia con un médico voluntario que atiende a los inmigrantes sobre todo de problemas dermatológicos, ya que están a pleno sol.


"Ellos solo esperan que abran las puertas para ir a Europa porque ya saben donde ir, tienen familiares", agregó Cogliolo, cuya organización está llevando alimentos a los inmigrantes tres veces al día. La frontera ítalo-francesa por este punto de la costa permanece actualmente protegida por vallas y al lugar no dejan de acudir personas que llevan sombrillas y mantas a los inmigrantes para que se puedan proteger.


La pasada noche fue la cuarta consecutiva que estas personas la han pasado al raso sobre la escollera, una zona situada cerca del puente de San Ludovico, donde se han establecido controles policiales a los vehículos que pasan por la carretera que bordea la costa. La situación surgió tras la imposición por parte de las autoridades francesas de controles más severos en su frontera italiana, donde prohíben el paso hacia territorio galo a quienes no cuenten con un permiso de permanencia legal en la Unión Europea.


A la estación ferroviaria de Ventimiglia, situada a unos trece kilómetros de la escollera donde están los inmigrantes, que llegan andando a este punto, siguen llegando trenes con más personas a bordo en situación parecida y con intención de cruzar la frontera.