Sócrates seguirá en prisión tras rechazar la pulsera electrónica

El juez que instruye su caso defiende la prisión preventiva del exdirigente portugués.

José Sócrates
Sócrates se retira de la política activa después de 25 años
EFE

El juez que instruye el 'caso Sócrates' decidió seguir la recomendación de la Fiscalía y mantener al ex primer ministro portugués en prisión, después de que el antiguo dirigente socialista rechazara usar una pulsera electrónica.


La Fiscalía había recomendado al magistrado, Carlos Alexandre, que José Sócrates pasara al régimen de prisión domiciliaria controlado por un dispositivo electrónico, una posibilidad que el propio interesado se negó a aceptar er.

Tras su negativa al uso de ese medio de control, la Fiscalía defendió que el ex primer ministro continúe en prisión preventiva, argumentando que sigue habiendo "peligro de perturbación de la investigación" y también, aunque en menor medida, "peligro de fuga".


En un comunicado difundido poco antes de conocerse la decisión del magistrado, la Fiscalía precisó que, al no haber consentimiento para el uso de la pulsera electrónica, ya no es viable la modificación de la prisión preventiva "por entender que la medida propuesta era la única que prevenía los peligros referidos".


En Portugal, la legislación vigente exige el consentimiento del beneficiario de esta medida, por lo que, ante esta tesitura, el juez tenía dos opciones: decretar la prisión domiciliaria bajo vigilancia física -en este caso no es necesaria aprobación alguna del implicado- u ordenar que continúe en la cárcel, como así hizo.


La posición del magistrado, conocido por instruir algunos de los mayores escándalos lusos, implica que el que fuera jefe del Gobierno portugués entre 2005 y 2011 continúe en el centro penitenciario de Évora, donde se encuentra recluido desde hace seis meses y medio por su presunta relación con un caso de corrupción.


Sócrates fue arrestado el pasado 21 de noviembre en el aeropuerto de Lisboa en el marco de la llamada 'Operación Marqués' cuando regresaba de París, tras lo que fue sometido a un interrogatorio que se prolongó varios días.


El juez dictaminó prisión preventiva contra él por su presunta participación en los delitos de fraude fiscal, corrupción y blanqueo de capitales.


La Justicia lusa solo detalló de forma oficial que las autoridades detectaron la participación de Sócrates en "operaciones bancarias, movimientos y transferencias de dinero sin justificación".


Sin embargo, las filtraciones a la prensa apuntan a que contaba con una fortuna superior a los 20 millones de euros, dinero que guardaba supuestamente en cuentas bancarias a nombre de un testaferro, su amigo Carlos Santos Silva, como contraprestación por su intermediación para facilitar negocios en el extranjero a empresas lusas.


Desde su ingreso en prisión, los abogados defensores presentaron varios recursos para lograr su puesta en libertad, aunque siempre sin éxito.


Actualmente, José Sócrates es el único de lo siete sospechosos implicados en el proceso que continúa en la cárcel.