El G6 empieza a modificar el reparto por cuotas de refugiados de la Comisión Europea

El ministro de Interior español rechaza la idea de cuotas y considera esencial incidir en la "prevención en origen" de la inmigración ilegal.

El ministro de Interior alemán, Thomas de Maiziere da la bienvenida al ministro de Interior español, Jorge Fernández Díaz al Castillo de Moritzburg.
El G6 empieza a modificar el reparto por cuotas de refugiados de la Comisión Europea
AFP

Alemania y Francia, por un lado, y el resto de miembros del G6 -los países más poblados de la UE, incluida España- empezaron a modificar el sistema de reparto de refugiados por cuotas propuesto por la Comisión Europea (CE) y que ha topado con el rechazo de importantes estados miembros.


El eje franco-alemán se desmarcó con una propuesta conjunta que propone que se tengan más en cuenta "los esfuerzos ya efectuados por los estados miembros" en mecanismos de protección y asistencia y recuerda que cinco países (Francia, Alemania, Suecia, Italia y Hungría) asumen el 75 % de los demandantes de asilo en la UE.


El gobierno alemán, anfitrión de la reunión del G6 que se celebra en el castillo de Moritzburg (cercano a Dresde, en el este del país), tomó así partido por su tradicional aliado europeo, que desde el principio se había mostrado reticente hacia la propuesta de la Comisión.


El titular alemán del Interior, Lothar de Maizière, suscribía esa propuesta compartida con su homólogo francés, Bernard Cazeneuve, en la primera de las dos jornadas de sesiones del G6, centrada en el drama de los refugiados procedentes del Norte de África.


España, por su parte, acudió a la cita junto a Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Polonia en ese castillo alemán dispuesta a defender la necesidad de "desterrar" la idea de las cuotas y abogando por atajar "las causas del drama humanitario que precipita la inmigración ilegal".


"Yo no hablaría de cuotas, incluso desterraría esa palabra, porque lo principal es afrontar el origen del problema", indicó a los medios el ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, tras mantener una reunión bilateral con Cazeneuve.


El representante español insistió así en el rechazo de su Gobierno al concepto presentado por la CE, por considerar que no tiene en cuenta de forma suficiente factores como el desempleo o el "esfuerzo" que realizan ya países como España en la acogida de refugiados.


Fernández Díaz, como su colega alemán, valoró como positivo el hecho de que la CE haya hecho esa propuesta, ya que evidencia una voluntad de afrontar "ese drama humanitario" de forma compartida por el conjunto de la Unión Europea (UE).


Insistió, sin embargo, en que lo esencial es incidir en la "prevención en origen" y recordó que el camino hasta un acuerdo pasa por la reunión que tendrán los titulares de Exteriores de la UE, en Luxemburgo, el 16 de junio, y luego los líderes comunitarios, el 25.


El ministro insistió, asimismo, en la necesidad de "diferenciar" entre refugiados e inmigración irregular -"ambos son dramas humanitarios, sí, pero hay que atajarlos de forma distinta"-, así como en evitar todo "efecto llamada".


A la reunión de Moritzburg acudió el comisario europeo de Migraciones y Asuntos de Interior, Dimitris Avramopoulos, quien se encontró sobre la mesa esas discrepancias de los que debían ser los principales receptores de refugiados, de implantarse su sistema de cuotas.


A Alemania, en primer lugar, seguida de Francia y España les correspondería, de acuerdo a ese sistema, la acogida de casi la mitad de los 40.000 peticionarios de asilo llegados a las costas de Italia y Grecia desde el pasado abril, en medio de dramáticas operaciones de rescate en aguas del Mediterráneo.


El sistema planteado por la CE es "un primer e interesante paso" en la búsqueda de soluciones a un "drama humanitario" de "enormes dimensiones", dijo el ministro español, pero hay por medio "muchos debates" hasta alcanzar un acuerdo a escala de la UE.


La primera jornada de los ministros del Interior del G6 evidenció así las discrepancias que ha suscitado la fórmula propuesta por Bruselas, en busca de soluciones de emergencia ante un drama humanitario que se ha cobrado miles de vidas.


A la cita del G6 con la Comisión Europea se sumarán, por invitación de Alemania, la nueva fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, y el responsable del Departamento de Seguridad Nacional de ese país, Jeh Johnson.


La atención de la segunda jornada se centrará en el yihadismo, el ciberespionaje, la corrupción y la criminalidad organizada.


Lynch, confirmada en el cargo el pasado abril, fue una de las protagonistas de la agenda informativa de la semana pasada, cuando compareció en Nueva York para hacer pública la investigación abierta por corrupción contra varios directivos de la FIFA.


Asimismo es figura clave en la negociación para la reforma del sistema de almacenamiento de datos masivos del espionaje estadounidense.