Tsipras dice rozar el acuerdo mientras la Eurozona lo niega

El Gobierno heleno filtra la existencia de un principio de pacto de carácter técnico que Bruselas recibe con cierta incredulidad.

Alexis Tsipras.
Alexis Tsipras.
Reuters

Algo se está moviendo en las complejas negociaciones entre Grecia y la Troika. A primera hora de la tarde de ayer, el Gobierno heleno filtró que ya se había comenzado a elaborar una propuesta técnica común que de facto suponía un principio de acuerdo que hizo rebotar las bolsas europeas con fuerzas y reducir las primas de riesgo no con menos vigor.


Pero la pregunta no era cómo era el acuerdo, sino si en realidad lo había, y según las instituciones acreedoras, no lo hay.


Fuentes de la Eurozona puntualizaron que «las instituciones y Grecia están aún hablando. Hay demasiado poco progreso. No hay ninguna redacción de un acuerdo a nivel técnico en estos momentos. Se necesita más trabajo y más tiempo». De hecho, el vicepresidente comunitario del Euro, Valdis Dromvoskis, admitió avances en la negociación sobre el IVA, pero recalcó que persisten las diferencias en cuestiones como la reforma de las pensiones, los funcionarios, la reforma laboral y el objetivo de superávit primario. «Es necesario alcanzar el acuerdo lo antes posible teniendo en cuenta la complicada situación de liquidez en Grecia», recalcó.


Si para la Troika poco o nada ha cambiado, sí lo ha hecho para el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, que en un movimiento no menos llamativo emitió una nota marcada por el optimismo: "Sólo quiero decir que hemos dado muchos pasos y estamos en la recta final, estamos cerca de un acuerdo positivo para la economía griega. Creo que muy pronto vamos a ser capaces de dar más información". Tras volver a insistir en "las diferencias que existen" entre las instituciones de la Troika, aprovechó para lanzar un mensaje de tranquilidad a la sociedad asegurando que seguirán cobrando salarios y pensiones.


Está previsto que se reúna a través de una videoconferencia el grupo técnico del Eurogrupo -valorarán estos movimientos-, mientras que en Alemania, los ministros de Finanzas del G-7 seguirán debatiendo sobre el espinoso asunto junto a los grandes mandatarios comunitarios, el presidente del BCE o la directora gerente del FMI.