La ambrosía común se expande en Europa y su polen puede agravar las alergias

Dicha planta, originaria de Norteamérica, ha llegado ya a países como Italia o Francia.

Las personas alérgicas al polen en Europa tendrán una nueva planta de la que preocuparse, la ambrosía común, pues la carga de polen en el aire experimentará un fuerte crecimiento en los próximos años, lo que puede aumentar la prevalencia de las alergias.


La ambrosía común (Ambrosia Artemisiifoli) es originaria de Norteamérica pero se está extendido rápidamente como especie exótica e invasora en Europa, que ya se ha asentado en la gran llanura del centro del continente, en áreas del norte de Italia y del sudeste de Francia.


Las personas sensibles a esta planta pueden sufrir reacciones alérgicas con síntomas como picores en los ojos, estornudos y, en casos severos, dificultad respiratoria.


Un estudio publicado este lunes en Nature Climate Change señala que, según simulaciones por ordenador, para 2050 la concentración de polen de ambrosía en el aire será cuatro veces mayor que ahora (con un margen de incertidumbre de dos a doce veces, dependiendo de la velocidad de dispersión de viento), independientemente de que haya un calentamiento global fuerte o moderado.


Los niveles de polen aumentará considerablemente en el centro y norte de Europa, en el norte de Francia y el sur de Reino Unido, donde en la actualidad las concentraciones de ese polen son casi cero.


El estudio calcula que un tercio del previsto aumento de polen se deberá a la actual dispersión de la semilla de la ambrosía común y los dos tercios restantes al cambio en el clima y en el uso del suelo.


Para evaluar el posible impacto de estos últimos factores en la expansión de la ambrosía, los expertos usaron un modelo que toma en cuenta los cambios de dispersión de las semillas, la producción de polen y su dispersión debida al viento.


Los cambios en el clima y en el uso de la tierra expandirán el hábitat propicio para la ambrosía salvaje en el centro y este de Europa, mientras que en los lugares donde ya existe la producción de polen crecerá debido al incremento del CO2.


Una vez que la ambrosía salvaje ha arraigado en un lugar es difícil de erradicar debido a la larga duración de las semillas, a su capacidad para volver a brotar cuando se corta y a su capacidad de desarrollar resistencia a los pesticidas.


Los resultados del estudio apuntan a que controlar la "actual invasión de ambrosía europea será más difícil en el futuro cuando el medioambiente sea más favorable para su crecimiento y expansión" lo que destaca la necesidad de desarrollar programas de erradicación eficaces y coordinados regionalmente.