La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente ruso, Vladímir Putin, rindieron este domingo homenaje a los combatientes soviéticos caídos en la II Guerra Mundial depositando sendas ofrendas florales ante la tumba del Soldado Desconocido en Moscú.

Merkel aterrizó poco antes en la capital rusa, donde además de participar en este acto por el 70 aniversario de la victoria aliada sobre la Alemania nazi mantendrá un encuentro de trabajo con Putin.

Bajo un sol primaveral, ambos mandatarios escucharon los himnos nacionales de ambos países y marcharon después con sendas coronas de flores hacia el monumento a los pies de las murallas del Kremlin, donde las depositaron junto a la llama eterna.

La canciller germana rechazó acudir ayer, 9 de mayo, al tradicional desfile militar del Día de la Victoria en la Plaza Roja, al que tampoco asistió ningún líder occidental en protesta por el papel de Rusia en la crisis de Ucrania y la anexión de Crimea.

Sin embargo, la canciller alemana, que ha destacado la importancia de recordar a los 27 millones de muertos que sufrió la Unión Soviética en aquella contienda, optó por el compromiso de acudir hoy a la capital rusa.

El conflicto en Ucrania y las relaciones bilaterales, así como las relaciones entre Rusia y la Unión Europea centrarán la reunión que mantendrán Putin y Merkel en el Kremlin, según informó hoy el portavoz residencial, Dmitri Peskov.