¿Hay algún piloto en el avión?

?El comandante de un vuelo en Asia sufre una indisposición, pero un pasajero, piloto de profesión, ayuda a que la aeronave aterrice.

La tripulación de un avión queda incapacitada para seguir volando y un heroico pasajero, que normalmente no tiene ni idea, coge las riendas del avión y se encarga de hacerlo aterrizar. El hombre se convierte en un héroe improvisado después de salvar a las 200 personas que viajaban en la aeronave de morir en un dramático accidente.


Podría ser la sinopsis de la próxima película protagonizada por Denzel Washington o también, la pesadilla de algún aerotrastornado. Sin embargo, la historia tiene algo de real. Aunque solo en parte. Porque las historias no pueden ser totalmente perfectas y no siempre la realidad supera a la ficción.


El avión existe, un aparato de la compañía Jet Airways; el vuelo también, se trata del 9W063 que hacía el trayecto entre Bangkok (Tailandia) y Nueva Delhi (India); y el piloto que sufre una indisposición en pleno recorrido también, aunque no ha salido a la luz pública su identidad. Éste no pudo continuar pilotando la aeronave, el copiloto tomó los mandos y comunicó la emergencia a la torre de control más próxima.


La casualidad y el destino quisieron que entre los pasajeros se encontrara un piloto de la misma compañía, que acudió rápidamente a ayudar a su compañero para poder aterrizar el aparato con total seguridad. Solo faltaban treinta minutos para llegar al destino. Y aquí es donde debe aparecer el héroe, pero lo cierto es que el pasajero en cuestión sabía muy bien lo que hacía porque curiosamente se dedicaba a ello.


Mientras tanto, el comandante del vuelo, fue atendido por un médico que se encontraba también entre el pasaje. Así que además se cumplió el famoso «!Un médico en la sala, por favor!», que se repite en el cine de forma recurrente y que casi siempre tiene un final feliz.


El avión, que aterrizó con normalidad en el aeropuerto Indira Gandhi, solo sufrió un pequeño retraso. Un viaje con anécdota incluida pero sin dramas después de las tragedias que han golpeado a la aviación civil en los últimos tiempos. Seguro que los pasajeros ni siquiera se quejaron.


Aunque esto solo se quedase en un susto, lo cierto es que de cada contratiempo se aprende. El 11-S lo cambió todo en cuanto a seguridad aérea y el reciente siniestro de Germanwings en los Alpes ha hecho que varias compañías aéreas cambiasen sus protocolos: en sus aviones no se quedará nunca un piloto solo.


La Agencia Europea de Seguridad Aérea emitió el pasado marzo la recomendación para que en cada vuelo haya "al menos dos tripulantes, incluido como mínimo un piloto cualificado, en la cabina durante toda la duración del trayecto", tal y como ocurre ya en EE. UU. La razón es que el piloto a los mandos podría sentirse indispuesto, como en este último caso, y el que se queda fuera tardaría un tiempo que puede ser vital en acceder a la cabina y atender una posible emergencia.


El procedimiento consiste en que el tripulante entra en la cabina para acompañar al que se queda a los mandos. El protocolo da por hecho que uno de los dos pilotos está incapacitado, por lo que el que permanece debe colocarse los arneses y los auriculares.