Los líderes británicos se enzarzan en acusaciones a tres días de los comicios

El Partido Conservador y el Laborista van igualados con el 33%.

Cameron insistió en que su partido puede conseguir la mayoría si saca 23 escaños más de los que tiene
Cameron insistió en que su partido puede conseguir la mayoría si saca 23 escaños más de los que tiene
Afp

Los líderes de los principales partidos británicos se enzarzaron este lunes en un cruce de acusaciones en un intento desesperado por ganar terreno a tres días de las elecciones generales.


En la recta final de la campaña electoral, sus ya reiterados mensajes sobre los impuestos o la sanidad quedaron ensombrecidos por las discrepancias sobre quién puede ganar el 7 de mayo y qué partido accederá a pactar si nadie obtiene la mayoría absoluta.


Según las encuestas, el Partido Conservador del primer ministro, David Cameron, y el Laborista de Ed Miliband van igualados con el 33 % del voto, seguidos del eurófobo UKIP de Nigel Farage, con un 13 %, los liberaldemócratas de Nick Clegg, con el 8 %, y los Verdes, con un 7 %.


El Partido Nacionalista Escocés (SNP) de Nicola Sturgeon arrasa en Escocia, única región donde se presenta, con un 49 % del voto, lo que podría comportarle hasta 50 de los 59 escaños que tiene la autonomía (de 650 en el Parlamento británico) y erigirle como partido clave para el futuro Gobierno.


En la jornada de este lunes, chocaron en especial los conservadores y los liberaldemócratas, socios en el Gobierno británico de coalición desde 2010, tras revelar el lord liberal Paul Scriven que el primer ministro, que busca la reelección, había admitido en privado que no podrá ganar por mayoría absoluta.


Un portavoz conservador negó "al cien por cien" esta supuesta admisión y Cameron insistió en que su partido puede conseguir la mayoría si saca 23 escaños más de los que tiene, cálculo que cuestionó el viceprimer ministro, Nick Clegg.


Clegg, cuyo partido, que afronta un descalabro en la urnas, aspira a ser parte de una futura coalición, le acusó de mentir a los ciudadanos, a los que Cameron ha pedido que voten al partido conservador, y no liberal, para "impedir que lleguen al poder los laboristas" de Ed Miliband.


"Los conservadores están diciendo una gran mentira, que pueden ganar una mayoría (con esos 23 escaños más). No pueden. Necesitan 323 escaños, y no los van a ganar. Todo el mundo lo sabe", dijo Clegg, y recordó que los "tories" pueden perder plazas que actualmente ostentan.


Aunque hay 650 escaños en liza, los dos principales partidos, conservador y laborista, necesitan solo 323 para tener una mayoría parlamentaria, ya que el Sinn Féin norirlandés no asume los puestos que gana en la Cámara de los Comunes.


"Creo que Nick Clegg está cada vez más desesperado, porque sabe la verdad, que hay una simple elección ineludible", contestó a su vez David Cameron.


"El jueves, la gente debe elegir si quiere que yo continúe como primer ministro o si desea que sea Miliband con el SNP", aseveró.


Por su parte, el líder laborista volvió a asegurar que no pactará con el SNP escocés si gana las elecciones sin mayoría suficiente, en reacción a la campaña de acoso de los "tories", que han sembrado el temor sobre una posible escisión del Reino Unido.


Sturgeon le advirtió una vez más que los votantes progresistas "nunca le perdonarán" si permite que los conservadores vuelvan al poder en lugar de pactar con los nacionalistas.


"Si el viernes hay una mayoría anti-tory, pediremos al Partido Laborista, incluso si no son el partido mayoritario, que voten con nosotros para alejar a los conservadores del poder", dijo la líder del SNP.


La líder de los nacionalistas galeses de Plaid Cymru, Leanne Wood, avisó por su parte a Miliband de que no puede "dar por hecho" su voto para sustentar un Gobierno en minoría, sino que deberá "dar algo a cambio".


El tono también subió en la campaña electoral en Escocia, donde el candidato laborista Jim Murphy acusó de "agresividad" a un grupo de manifestantes supuestamente del SNP que le increparon durante un acto, si bien estas personas negaron a la BBC ser del partido independentista.


En paralelo a todo esto, el famoso humorista y actor británico Russell Brand, ex marido de la cantante estadounidense Katy Perry y últimamente reconvertido a activista de izquierdas, pidió a sus casi diez millones de seguidores en Twitter que voten a Miliband como futuro primer ministro.