​El patrón del barco naufragado con centenares de desaparecidos niega que él estuviese al mando

Mohamed Alí Malek está acusado de secuestro, homicidio culposo múltiple, naufragio e instigación a la inmigración clandestina.

Mohamed Alí Malek
Mohamed Alí Malek
Afp

El supuesto patrón del pesquero naufragado en el Mediterráneo, en el que pudieron morir ahogados alrededor de 850 inmigrantes, aseguró ser un pasajero más y que al mando de la nave se encontraba otra persona que murió en el desastre.


La Fiscalía de Catania (sur de Italia) ha interrogado a los dos supuestos traficantes de personas que sobrevivieron al suceso y que fueron posteriormente detenidos a su llegada a puerto siciliano: el tunecino Mohamed Alí Malek, considerado el responsable de la nave, y su subalterno, el sirio Bikhit Mahmud.


El primero ha sido acusado de secuestro agravado por la presencia de menores, homicidio culposo múltiple, naufragio e instigación a la inmigración clandestina mientras que sobre el segundo solo ha recaído el último cargo.


Mahmud se ha limitado a culpar a Alí Malek como "responsable" de los hechos pero este ha asegurado ser inocente, según recogen los medios locales.


Según declaró, él era un pasajero más y al mando de la nave se encontraba otra persona que falleció en el naufragio.


"Yo no tengo nada que ver, he pagado por viajar, era un pasajero y no estaba al mando", señaló el tunecino según explicó su abogado, Massimo Ferrante, que ha renunciado a la defensa de Mahmud debido a que este acusa al tunecino.


Por otro lado, el supuesto patrón confirmó la tesis de los fiscales italianos al reconocer que la causa del hundimiento fue una serie de colisiones con el mercante portugués que trataba de socorrerles.


"Era de noche y el barco estaba oscuro. Había mucho nerviosismo y las personas querían subir a bordo del mercante. Probablemente se produjo un error humano", señaló.


El fiscal de Catania, Giovanni Salvi, explicó al término del interrogatorio que de los testimonios escuchados hasta ahora "está emergiendo un cuadro muy grave de la situación previa al embarco" en Libia, un periodo caracterizado por "la violencia y el tratamiento inhumano" de los inmigrantes.


El suceso se produjo durante la madrugada del pasado domingo, cuando los Guardacostas italianos recibieron una llamada de socorro en la que les avisaron de que un barco en el que viajaban centenares de personas se encontraba en situación de peligro entre las costas libias y la isla italiana de Lampedusa.


Las autoridades italianas solicitaron la asistencia del buque portugués "King Jacob", que se encontraba próximo a la zona, pero finalmente la nave acabó hundiéndose al parecer con cientos de inmigrantes encerrados en sus bodegas, una cifra que según los fiscales asciende a 850 personas.


Tras la tragedia, que de confirmarse estos datos sería la peor que se recuerda en el Mediterráneo, se recuperaron 24 cadáveres y 28 supervivientes, entre ellos los dos acusados de pertenecer a una red de tráfico de personas desde Libia a Italia.


El resto de supervivientes están siendo también escuchados por los magistrados y han sido ellos mismos quienes han delatado a los dos arrestados.


A las 15.30 locales (13.30 GMT) del jueves, la jueza Rosa Alba Recupido presidirá una audiencia en la que deberá convalidar el arresto preventivo de los dos acusados.