Un empresario de construcción imputado dispara y mata a tres personas en el Tribunal de Milán

Uno de los heridos está grave y el otro recibió un disparo en una pierna pero no reviste gravedad.

Un empresario italiano de la construcción juzgado por bancarrota fraudulenta mató presuntamente a tres personas e hirió a otras dos en un tiroteo en el Palacio de Justicia de Milán (norte de Italia) y fue detenido horas después.


Los fallecidos son el juez del sector de quiebras empresariales Fernando Ciampi, el abogado Lorenzo Alberto Claris Appiani, y otra persona, informó el fiscal de Milán, Edmondo Bruti Liberati, que no facilitó la identidad de la tercera víctima.


Uno de los heridos está grave y el otro, un abogado, recibió un disparo en una pierna pero su estado no reviste gravedad, según el fiscal, quien corrigió un anterior balance del tiroteo, que según los medios italianos había causado cuatro muertos.


El suceso, que ha causado gran conmoción en todo el país, ha puesto en entredicho los sistemas de seguridad de los tribunales de Justicia y otras sedes.


El primer ministro, Matteo Renzi, calificó el suceso de "impensable" y prometió el máximo empeño del Gobierno "para que no vuelva a suceder" y "para que quien se ha equivocado, pague".


"En los próximas horas, las investigaciones determinarán qué ha sucedido y quién ha tenido la culpa, quién se ha equivocado, cómo y por qué. Está claro que, si ha sido posible introducir un arma en el tribunal, ha habido algo que no ha funcionado", reconoció.

Su opinión la compartió el presidente de la República, Sergio Mattarella, que presidió un pleno extraordinario del Consejo Superior de la Magistratura convocado para esclarecer lo sucedido en el Tribunal de Milán.


Mattarella pidió que las investigaciones sirvan para "esclarecer los fallos que existen en los sistemas de seguridad" y para "asignar las debidas responsabilidades".


"Atravesamos momentos de gran dificultad: a la amenaza de la criminalidad y de la mafia, se suma el terrorismo internacional. La crisis económica que sufrimos desde hace años ha hecho emerger tensiones sociales", lamentó Mattarella.


Las primeras investigaciones apuntan a que el presunto autor, Claudio Giardiello, pudo entrar en el tribunal con un arma porque no pasó los controles de detección de metales, sino que accedió por la entrada reservada a magistrados, abogados y personal administrativo del Palacio de Justicia.


A estos profesionales les basta con enseñar un documento de identidad, confirmó el fiscal, para quien "la hipótesis más plausible" es que Giardiello entró en el tribunal mostrando a los guardias de seguridad "una tarjeta de identificación falsa".


Según los medios italianos, Giardiello fue grabado por una cámara de seguridad mientras enseñaba ese documento.

El tiroteo ocurrió en la tercera planta del Palacio de Justicia, donde se celebraba el proceso contra Giardiello, quien presuntamente sacó el arma y disparó contra su exabogado, Claris Appiani, ahora testigo en el juicio, y contra otros de los presentes en la sala.

Acto seguido, descendió al segundo piso para buscar al juez Ciampi en su despacho.


En total, disparó 13 veces, según precisó el fiscal de Brescia, Tommaso Buonanno, según el cual Giardiello "actuó con frialdad y premeditación porque ya había planeado el ataque".

Tras el tiroteo, las autoridades desalojaron el edificio y, en primer lugar, hicieron salir a las mujeres ante la hipótesis de que el autor, un varón, aún estuviera en el interior.


Los investigadores concluyeron posteriormente que el responsable del crimen, tras permanecer una hora escondido en el Tribunal, había logrado huir en una motocicleta.


Apenas una hora más tarde, el ministro italiano del Interior, Angelino Alfano, dio la noticia de la detención del "presunto asesino de Milán" en el municipio de Vimercate, a las puertas de Milán.


Interrogado en una comisaría del Cuerpo de Carabineros (policía militar), Giardiello dijo, según los medios italianos: "Quería vengarme de aquellos que han causado mi ruina".