El Consejo de Seguridad de la ONU ha expresado este lunes una "gran preocupación" por la grave situación de los 18.000 civiles atrapados en el campamento de refugiados de Yarmouk y ha instado a las partes en conflicto en Siria a proteger a los civiles y a garantizar el acceso de la ayuda humanitaria a la zona.

En una declaración a la prensa leída por su presidenta en turno, la embajadora jordana Dina Kawar, el Consejo ha condenado enérgicamente los crímenes contra los civiles cometidos por el Estado Islámico y otros grupos armados, y ha enfatizado en la necesidad de que esas atrocidades no queden impunes.

Del mismo modo, el órgano de seguridad ha pedido que se permita el paso de los civiles que deseen evacuar el campamento, tal y como recoge un comunicado que ha sido publicado este lunes en la web del organismo internacional.

"Los miembros del Consejo le recuerdan a todas las partes su obligación de trabajar por la seguridad y protección de los civiles en el campamento. El Consejo llama a todas las partes a implementar inmediatamente las resoluciones relevantes de este órgano", ha señalado Kawar.

Asimismo, ha agregado que el Consejo considerará otras medidas que ayuden a ofrecer a la población civil la protección y asistencia que precise. Los miembros del Consejo elaboraron esta declaración durante una sesión cerrada en la que el comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Pierre Krähenbühl, informó por vídeoconferencia desde Amman de la situación en Yarmouk.

Por su parte, Krähenbüh ha insistido ante los periodistas en la importancia de que se proteja y asista a las personas que no quieran salir de Yarmouk, además de facilitar la evacuación de quienes prefieran irse a otro lado, aunque advierte de que se trata de "una operación muy complicada".