​China delinea su orden mundial

Pekín propone diferentes rutas de cooperación económica para vertebrar Asia.

En el próximo lustro, China importará productos y servicios por valor de más de 10 billones de euros. A su vez, las empresas chinas invertirán en torno a 500.000 millones por todo el mundo, y 500 millones de sus ciudadanos harán turismo por el planeta dejando pingües beneficios allá donde vayan. Esa es la golosa zanahoria con la que Pekín quiere convencer a los países de su entorno para que se embarquen en el nuevo orden mundial que ha delineado para el siglo XXI y que presentó formalmente en sociedad durante el pasado Foro Anual de Boao para Asia. "China liderará la búsqueda de una política internacional independiente por la paz, y abrirá el camino hacia un desarrollo pacífico a través de una estrategia de apertura que beneficie a todos sus socios, cuyos intereses compartidos se satisfarán de forma justa", avanzó el presidente chino, Xi Jinping, en un discurso inaugural en el que afirmó que 2015 marca un punto de inflexión en la historia.


"Si quieres caminar rápido, ve solo; si quieres llegar lejos, camina acompañado", añadió echando mano del refranero para explicar en qué consiste su revolución económica y comercial. Supone la creación de dos gigantescos corredores, el Cinturón Económico de la Ruta de la Seda y la Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI. El primero conectará China con Europa a través de Asia Central, India, el Golfo Pérsico y el Mar Mediterráneo. El segundo, a su vez, enlazará con Asia y África en dos rutas que se bifurcarán para ir, de un lado, por el Océano Índico y, de otro, por el sur del Océano Pacífico.


Según los cálculos de Xi, este proyecto, cuyo desarrollo estará basado en la firma de numerosos acuerdos de cooperación comercial, económica y de infraestructuras, beneficiará a nada menos que 4.400 millones de personas, un 63% de la población mundial. De momento, hasta 60 países han mostrado su interés en participar, aunque la mayoría está a la espera de que se concreten los siguientes pasos.


"Es un proyecto abierto que se implementará teniendo en cuenta las contribuciones de todos los estados involucrados y compartiendo las ganancias que resulten de él", apuntó el presidente para despejar las dudas de quienes sospechan que se trata de una nueva vía para extender el neocolonialismo económico de la segunda potencia mundial, que continuará creciendo a buen ritmo a pesar de la desaceleración. Las expectativas oficiales para este año son de un 7%, y la mayoría de las instituciones internacionales prevén que su Producto Interior Bruto (PIB) continúe aumentando por encima del 6% de media anual durante el próximo lustro.


Esas cifras, combinadas con la continua apreciación del yuan (la divisa nacional), podría hacer que China supere a Estados Unidos como mayor economía mundial antes del 2025, la fecha que antes pronosticaba la mayoría de analistas. "La economía china continuará proporcionando oportunidades para comerciar, crecer, invertir y cooperar en Asia y más allá", apuntó Xi, que se comprometió "a continuar con las reformas de apertura, mejorar el clima de inversión en China, y (también) proteger los derechos y los justos intereses de los inversores".