El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha advertido este domingo a sus seguidores sobre la posibilidad de una victoria de los partidos de centro-izquierda, prometiendo continuar la construcción de viviendas en Jerusalén y no permitir su división en un acuerdo con los palestinos.

"Si no conseguimos 61 escaños, y no los tenemos, el tamaño de la distancia entre los principales partidos decidirá la cuestión", ha dicho durante un acto de su campaña electoral en la capital, Tel Aviv.

Asimismo, ha afirmado que la coalición Unión Sionista dividirá Jerusalén, en referencia a las declaraciones del líder de la formación, Isaac Herzog, quien ha asegurado que considera que la ciudad podría ser capital de los dos estados.

Netanyahu ha denunciado además la existencia de una campaña para sacarle del poder. "Se ha entregado una fortuna desde el extranjero con un objetivo: reemplazar al Gobierno por uno en el que esté 'Bouguie' --Herzog-- y Tzipi (Livni), apoyado por la Lista Árabe Conjunta", ha indicado.

"Estos esfuerzos se centraron en un mensaje. Que no gane 'Bibi' --su apodo--. Lo están consiguiendo", ha remachado, según ha informado el diario israelí 'Haaretz'.

Según las últimas encuestas, la Unión Sionista obtendría entre 25 y 26 escaños de la Knesset, el Parlamento de Israel, frente al partido Likud de Netanyahu, que se quedaría con entre 21 y 22 escaños.

Ningún partido ha conseguido la mayoría absoluta en unos comicios israelíes, que suelen terminar en un acuerdo de coalición que favorece a la derecha, porque tiene más partidos.

No obstante, Netanyahu tendría difícil ganar a la izquierda solo con los apoyos de los partidos conservadores dado que la llamada Lista Árabe Conjunta, que espera un fantástico resultado en estos comicios, podría aceptar una coalición de Gobierno con la Unión Sionista.

Más de un 71 por ciento de los árabes israelíes, en este sentido, aceptarían una coalición entre la LAC, que aglutina a los cuatro partidos árabes y podría obtener entre 13 y 15 escaños, y la Unión Sionista. Es decir, se trataría de un acuerdo entre el posible ganador y la posible tercera fuerza del país, que daría voz a los árabes israelíes, el 20 por ciento de la población.

Además, la Unión Sionista espera aliarse con el partido de ultraizquierda Meretz (cinco posibles escaños) y el secular Yesh Atid (13 posibles escaños). En total, solo necesitaría un apoyo más de cinco o seis escaños para conseguir los 61 y superar el 50% de escaños necesarios para formar coalición.