Colombia pide a las FARC sacar a los menores de edad de sus filas

Las FARC anunciaron su intención de no incorporar a menores de 17 años, algo "insuficiente".

El Jefe de la delegación del gobierno colombiano, en La Habana
Colombia pide a las FARC sacar a los menores de edad de sus filas
EFE

El Gobierno colombiano mostró hoy su satisfacción por la decisión de las FARC de no incorporar a menores de 17 años a sus filas, pero consideró que es un paso "insuficiente" y pidió a la guerrilla prescindir de los menores que actualmente la integran.


El jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, afirmó en una alocución en La Habana que el anuncio realizado hoy por las FARC es un "paso en la dirección correcta" aunque "insuficiente", ya que los criterios y normas internacionales fijan en 18 años la mayoría de edad.


"Insistimos en la necesidad de extender esta decisión a los menores que hoy hacen parte de las filas de las FARC", indicó De la Calle, y aseveró que si bien este "es un gesto importante, no debemos olvidar que el propósito central es la terminación del conflicto".


El jefe negociador del Gobierno recordó que durante el 32º ciclo de conversaciones que culminó hoy, la mesa de negociación recibió los doce informes y las dos relatorías de los académicos de la Comisión Histórica del Conflicto Armado y sus Víctimas, que recogen los "consensos y disensos que afloraron en el transcurso de sus importantes reflexiones".


"Fue un ejercicio notable. En el pasado han existido esfuerzos semejantes, no pocas veces frustrados, pero ninguno como producto de un acuerdo en medio de las dificultades propias de un conflicto en desarrollo", señaló De la Calle, sobre los trabajos de esta comisión, encargada de aportar visiones neutrales y plurales sobre las causas y orígenes de la violencia en Colombia.


Durante el encuentro que los dos equipos negociadores mantuvieron el pasado martes con los académicos de la comisión, se escucharon "todas y tan diversas opiniones", pero no se trató de "reescribir la historia de Colombia", ni de "negociar la verdad o que una parte imponga la suya a su contraparte", aclaró.


Los académicos de la comisión coinciden en que la responsabilidad de la guerra es compartida por las FARC, el Estado y los paramilitares, aunque mantienen profundas discrepancias sobre la legitimidad o no de la lucha armada iniciada por los insurgentes.


"A pesar de miradas divergentes, quedó clara la pertinencia de la agenda que rige las conversaciones. Si algún consenso se logró, giro alrededor de los puntos que la componen, como elementos certeros para finalizar el conflicto", precisó el jefe negociador.


De la Calle destacó el "talante de tolerancia, dignidad y evaluación tranquila y razonada" que ha regido en el proceso de paz desde su inicio, a pesar de las "notables diferencias de concepción".


"Lo que lamentablemente ocurre en Colombia dista mucho de este ambiente de tolerancia. Al lado de las críticas constructivas, hay manifiestas y ostensibles tergiversaciones, falacias y versiones falsas", precisó De la Calle sobre los ataques que el proceso de apz está recibiendo desde algunos sectores en el país.


Indicó que algunas discusiones "pertinentes y valiosas" que se dan en Colombia se desarrollan en un "ambiente pugnacidad francamente alarmante" y que impide la "necesaria ponderación que requieren decisiones completas y difíciles".


"Disenso sí. No pedimos unanimidad. Pero disenso tranquilo, equilibrado y republicano", señaló.