Tsipras: "La democracia griega no recibe órdenes y menos a través de correos electrónicos"

El primer ministro griego dijo que "los depósitos de los bancos griegos están garantizados"

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha tenido un caluroso recibimiento tras su gira europea en el Parlamento de Atenas. A pesar de que el Banco Central Europeo ha anunciado que a partir del próximo jueves no aceptará la deuda griega como garantía para prestarles dinero, Tsipras ha lanzado un aviso a navegantes: "La democracia griega no recibe órdenes y mucho menos a través de correos electrónicos. Grecia tiene una posición clara, su propia voz y su propia fuerza para negociar", ha advertido.


A pesar de las ardientes palabras a su llegada, una vez en el Parlamento, Tsipras, intentó lanzar un mensaje de tranquilidad a los propietarios de depósitos al anunciar que estos "están garantizados", en respuesta al anuncio del Banco Central Europeo (BCE) de que no aceptará los bonos griegos como garantía en sus operaciones de refinanciación.


"Aseguramos que los depósitos en los bancos griegos están completamente garantizados", dijo Tsipras en un discurso combativo en la primera reunión del grupo parlamentario de Syriza, celebrada pocas horas después de que el BCE tomara la decisión de no aceptar, a partir del 11 de febrero, los bonos helenos porque no está claro si Grecia va a acogerse a un nuevo programa de rescate europeo.


La decisión supone que los bancos griegos no podrán recaudar como hasta ahora dinero del BCE, a un tipo del 0,05 %, y lo deberán hacer a través del mecanismo urgente de provisión de liquidez (ELA), a un interés que ronda el 1,55 %.


En principio, la liquidez queda así garantizada, al menos para los cuatro bancos sistémicos, que son los únicos que tienen derecho a acceder a este mecanismo.Caídas en la Bolsa

Las solicitudes de liquidez se revisarán además cada dos semanas. La Bolsa, que abrió con un fuerte descalabro, fue recuperándose ligeramente a lo largo de la jornada, e incluso los bonos griegos a diez años mejoraron respecto a la jornada anterior.


Al cierre, el índice general de la Bolsa había cedido un 3,37 %, mientras que el bono a diez años bajó un 0,32 % hasta el 9,99 %.


El bono a tres años, que llegó a repuntar casi un 7 % a lo largo de la jornada, se situaba a las 15.30 GMT en el 16,8 %, "solo" un 1,92 % más que el miércoles.

A primera hora de la mañana, el portavoz del Gobierno, Gavriil Sakelaridis, había recalcado que no había "motivo de preocupación" pues se trata de una "presión política" por parte del BCE dentro del proceso de negociación de Grecia con sus socios.


"No chantajeamos pero tampoco dejamos que nos chantajeen", dijo Sakelaridis en declaraciones a la televisión privada "Mega".Críticas al BCE

El Ministerio de Finanzas destacó que la decisión del BCE no es producto de una "evolución negativa en el sector financiero" y se produce "después de dos días de estabilización sustancial".


El ministerio subrayó que el sistema bancario se mantendrá adecuadamente capitalizado y completamente protegido a través del mecanismo ELA. "Esta decisión pone presión sobre el Eurogrupo para proceder rápidamente a la conclusión de un nuevo acuerdo que sea en beneficio mutuo para Grecia y sus socios", recalcó el ministerio en un comunicado.


Algunos analistas interpretaban en diversos medios griegos y extranjeros que la decisión del BCE no debe forzosamente tener efectos demasiado dañinos sobre el sistema bancario de Grecia.


De hecho, la exposición de los institutos crediticios a la deuda pública se ha reducido sensiblemente desde 2012, hasta en torno a los 21.000 millones de euros, según datos del Banco de Grecia citados por los medios.


Todo esto ocurría en una jornada en la que se constituía el Parlamento y el ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, celebraba la que probablemente fue la reunión más complicada de su periplo por las capitales europeas, con su colega alemán, Wolfgang Schäuble.


En la posterior rueda de prensa, quedó patente la falta de sintonía entre ambos y, aunque Schäuble habló de conversaciones fructíferas, resumió: "estamos de acuerdo en que disentimos".


De nada parece haber servido que tanto Tsipras como Varufakis no se cansen de decir que el Gobierno necesita una ayuda financiera que sirva de puente entre el final de la prórroga del rescate (el día 28 próximo) y un acuerdo definitivo con los acreedores.


Desde todas las capitales europeas, se insiste en que Grecia debe presentar su programa y sus planes de financiación sin dilación. En el Parlamento, Tsipras volvió a pedir "tiempo" a los socios de la Unión Europea y dijo que espera "con mucho interés las propuestas de Alemania".


"Hoy no hemos escuchado nada concreto", aseveró sobre el encuentro en Berlín entre Schäuble y Varufakis.

Este, por su parte, recordó que, antes de presentar nada a sus socios, el Gobierno debe poder tener primero la oportunidad de exponer su programa ante el Parlamento griego, que no se ha constituido hasta hoy.