Bachar ​Al Asad, dispuesto a estudiar el plan del enviado de la ONU para Siria

El jefe de Estado considera estudiar la iniciativa para restablecer la seguridad en Alepo.

Bashar al Asad, foto de archivo
Bachar ​Al Asad, dispuesto a estudiar el plan del enviado de la ONU para Siria
AFP

El presidente sirio, Bachar al Asad, se mostró este lunes dispuesto a cooperar para poner en marcha el plan del enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, de crear "zonas libres" de conflicto, empezando por Alepo, en una nueva tentativa de buscar la paz.


El jefe de Estado sirio consideró que dicha iniciativa es "digna de estudio" y dijo que "se intentará trabajar sobre ella para lograr sus objetivos, que consisten en el restablecimiento de la seguridad en Alepo", según un comunicado emitido por la Presidencia.


Al Asad hizo estas declaraciones durante una reunión este lunes en Damasco con De Mistura, que visita Siria por segunda vez desde su nombramiento como mediador el pasado mes de julio.


El emisario de la ONU expuso al presidente "los puntos fundamentales y los objetivos para detener la lucha en Alepo", la mayor ciudad del norte de Siria.


Ambas partes coincidieron en la importancia de aplicar las resoluciones 2170 y 2178 del Consejo de Seguridad de la ONU, y de "aunar los esfuerzos internacionales para luchar en Siria y en la región contra el terrorismo, que supone una amenaza para todo el mundo", señala la nota de la Presidencia.


La resolución 2170, aprobada en agosto, impone sanciones a quienes tengan vínculos con los grupos yihadistas Estado Islámico (EI) y el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria.

La decisión 2178, ratificada en septiembre, exige a los estados miembros de la ONU negar la entrada a cualquier sospechoso de respaldar o participar en actividades relacionadas con el terrorismo.


Después de la entrevista con Al Asad, De Mistura partió hacia la población de Homs, en el centro del país, para mantener un encuentro con una delegación de rebeldes del barrio de Al Waer, el último reducto insurgente que queda en el corazón de esta localidad.


De Mistura llegó el sábado a la capital siria en una visita de tres días, donde se reunió este domingo con el ministro de Exteriores, Walid al Mualem.


El principal objetivo de este viaje ha sido la presentación a las autoridades sirias de su propuesta de "zonas libres" de conflicto, que anunció el pasado 30 de octubre ante el Consejo de Seguridad.


Esta iniciativa pretende crear "áreas de exclusión", en las que cesen las hostilidades, para poder así resolver los asuntos humanitarios y dar pie a soluciones políticas.


Para De Mistura, uno de los lugares donde podría empezar a aplicarse es Alepo, ciudad divida en barrios en manos del régimen y de la oposición.


La idea es poner en funcionamiento la iniciativa en algunas partes de Siria para extenderla paulatinamente, hasta alcanzar resultados nacionales.


Aun así, el propio De Mistura ha reconocido que "sería presuntuoso" hablar de un plan de paz, por lo que prefiere denominarlo "plan de acción", que incluye la propuesta de las "zonas de exclusión".


La mediación de De Mistura se produce después de que lo hicieran de forma infructuosa sus dos predecesores en el cargo, el exsecretario general de la ONU Kofi Annan (1997-2006) y el diplomático argelino Lajdar Brahimi.


La situación en Siria ha cambiado desde que abandonaran el puesto Annan y Brahimi, ante el auge del Estado Islámico, que proclamó un califato en territorio sirio e iraquí en junio, aunque, para De Mistura, la presencia de los radicales podría ser "el detonante" de una solución al conflicto.


Esto podría ser así porque tanto el régimen sirio como la oposición moderada ven al EI como un enemigo, con lo que esta percepción podría ser un punto de partida para acercar posiciones.

Sea como fuere, la propuesta del mediador no es la primera que se pone sobre la mesa.


En su día, Annan lanzó un plan de seis puntos que contemplaba la puesta en libertad de detenidos, el envío de ayuda humanitaria y un alto el fuego, que fracasó por el incumplimiento de ambas partes del cese de las hostilidades.


Annan terminó tirando la toalla por la falta de avances en agosto de 2012 y fue sustituido por Brahimi, quien consiguió sentar a negociar al Gobierno y la oposición a principios de este año en Ginebra, aunque con escaso resultado.


Brahimi dimitió en mayo pasado por la convocatoria de elecciones presidenciales en Siria, al considerar que disipaban cualquier atisbo de reanudar el diálogo.


Precisamente por esta postura crítica con los comicios celebrados en junio y que ganó Al Asad, el régimen consideró que Brahimi había adoptado una postura "parcial".