Un nuevo atentado en Túnez ensombrece la campaña de las elecciones presidenciales

El ataque ha provocado cuatro soldados muertos y 13 heridos.

Un ataque terrorista contra un autobús militar en el noroeste de Túnez causó este miércoles la muerte de cuatro soldados y 13 heridos, cuando el país está inmerso en plena campaña electoral para las presidenciales del 23 de noviembre.


Según confirmó a Efe el portavoz del Ministerio de Defensa de Túnez, Bel Hasan Oueslati, un grupo armado disparó con fusiles kaláshnikov contra el autobús, en el que también viajaban familiares de los militares y que se dirigía desde la región de El Kef, a 120 kilómetros al suroeste de la capital, hacia la vecina Yenduba.


Fuentes médicas del hospital regional de Yenduba, donde fueron trasladados los heridos, informaron de que dos de ellos fueron llevados al hospital militar de la capital porque no se disponía de medios suficientes para atenderlos.


El autobús estaba estacionado frente a una casa en la aldea de Nebber, a 20 kilómetros de la frontera de Argelia, en una zona donde desde el pasado verano el Ejército localizó varios campamentos de "células móviles" de terroristas.


Esta zona, montañosa y boscosa, se encuentra al norte de la región de Kaserín, enclave donde se refugian miembros del grupo extremista salafista Ansar al Sharia (partidarios de la Ley Islámica).


Este miércoles, poco después del ataque, que tuvo lugar sobre el mediodía, numerosos efectivos de las fuerzas del orden ocuparon la avenida de Bourguiba el centro de la capital y la policía realizó controles para verificar la identidad de los transeúntes, especialmente la de los jóvenes.


También durante la campaña para las legislativas tunecinas, un evento considerado crucial para dar estabilidad al país, tuvieron lugar dos incidentes que ensombrecieron el ambiente.


Dos semanas antes de las elecciones del 26 de octubre, las Brigadas Antiterroristas Tunecinas (BAT) desarticularon un grupo dirigido por una joven estudiante de medicina, que controlaba la comunicación entre grupos radicales en las montañas.


El Ministerio del Interior informó entonces de que esta célula, detenida a doce kilómetros del centro de la capital, tenía intención de llevar a cabo un atentado contra un político candidato a las elecciones presidenciales.


Por ello se reforzaron las medidas de seguridad sobre figuras como Beyi Caid Essebsi, presidente de Nida Tunis, partido que venció en la legislativas y que es favorito entre los candidatos para las presidenciales.


El otro incidente ocurrió sólo dos días antes de la cita electoral cuando ocho personas (cinco de ellas mujeres extremistas) murieron en dos operaciones antiterroristas.


A pesar de que el terrorismo llegó a desplazar entonces el interés de las elecciones, finalmente más del 61,8 % de los tunecinos salieron a votar el 26 de octubre en los primeros comicios libres y democráticos tras la promulgación de la nueva Constitución del 27 de enero pasado.


Tras alzarse el partido laico Nida Tunis como ganador al lograr 85 de los 217 escaños del Parlamento, el siguiente paso son los comicios presidenciales decisivos para la formación de alianzas en la próxima coalición de Gobierno.


Gran parte del éxito del proceso de transición política en Túnez depende en gran medida de su capacidad para neutralizar el peligro yihadista en un país donde un gran número de los líderes políticos, particularmente los pertenecientes a los partidos laicos, liberales o moderados, se han visto amenazados por grupos salafistas.