El presidente del Yemen, Abdo Rabu Mansur Hadi, nombró este lunes a un nuevo primer ministro, el extitular de Petróleo Jaled Mahfuz Bahah, que fue aceptado por los rebeldes hutíes en un esperado gesto de aproximación hacia las autoridades.

Hadi encargó a Bahah la formación de un nuevo Gobierno para hallar una salida de la crisis que precisamente se ha agudizado con el movimiento rebelde chií en las últimas semanas.

Esta designación no parecía fácil después de que los hutíes rechazaran hace una semana la de Ahmed ben Mubarak como jefe de Gobierno, lo que obligó a renunciar al día siguiente a esta figura, que era vista como un hombre de confianza del mandatario.

Esta vez, la opción de Bahah tuvo mejor acogida y obtuvo el beneplácito de los hutíes. "Damos la bienvenida oficial a la decisión del nombramiento de Jaled Bahah como primer ministro", dijo un miembro de la oficina política del grupo, Ali al Imad, quien agregó que ese nombramiento fue fruto del consenso político.

Otro integrante de esa oficina, Ali al Bajiti, felicitó en un comunicado al nuevo primer ministro y expresó el deseo de que el nuevo Gobierno se forme con rapidez.

Fuentes de la presidencia confirmaron que la elección de Bahah se produjo tras alcanzarse "un consenso con todas las fuerzas políticas".

El primer ministro designado, de 49 años y nacido en la provincia oriental de Hadramut, ha sido embajador del Yemen en la ONU desde el pasado junio.

Además, ejerció como ministro de Petróleo en dos Gobiernos yemeníes, la primera vez entre 2006 y 2008,y la segunda entre los pasados meses de marzo y junio.

Bahah, que ha trabajado también como embajador de su país en Canadá entre 2008 y 2014, no pertenece a ningún partido político, un factor que ha podido influir en el hecho de que haya gozado del respaldo de todas las fuerzas.

La radio oficial yemení señaló, por su parte, que la decisión se adoptó durante una reunión de Hadi con su equipo de asesores, que representan a todas las partes del espectro político, incluidos los hutíes.

Según la agencia oficial de noticias Saba, el mandatario yemení abordó con sus consejeros la evolución de los últimos acontecimientos en el país y la importancia del nombramiento de un nuevo primer ministro.

Bahah deberá formar un nuevo gabinete y sacar al país de la crisis, que se desbordó a raíz de protestas encabezadas por los hutíes contra el Gobierno por levantar los subsidios estatales a los combustibles en julio pasado.

Aunque las autoridades redujeron el impacto de esa medida económica prevista para disminuir el abultado déficit presupuestario en el considerado como el país más pobre de la península Arábiga, los rebeldes chiíes continuaron presionando.

Desde agosto, se han apoderado de numerosas sedes gubernamentales y de seguridad en la capital, Saná, que controlan en gran parte a pesar de que han prometido retirarse.

Los insurgentes firmaron el pasado 21 de septiembre un acuerdo con las autoridades yemeníes en el que se estipula el nombramiento de un primer ministro de consenso y de un Ejecutivo que incluya a titulares hutíes.

La presión de ese movimiento para un cambio gubernamental ya motivó la dimisión del anterior gabinete encabezado por Mohamed Salem Basandawa.

Las turbulencias políticas en el Yemen se han sucedido desde que estallaran en 2011 las protestas contra el entonces presidente, Ali Abdalá Saleh, que cedió el poder en febrero de 2012 a Hadi.

El país también ha sido escenario en numerosas ocasiones de atentados de la red terrorista Al Qaeda, que recientemente reivindicó el ataque del pasado día 9 contra simpatizantes de los hutíes, que causó 47 muertos en la capital.