Vuelven a utilizar spray de pimienta contra los manifestantes

La Policía defendió "la necesidad" del uso menor de la violencia en esta zona al escalar la tensión.

Los manifestantes han dormido en las calles de Hong Kong
Vuelven a utilizar spray de pimienta contra los manifestantes
Afp Press

La Policía de Hong Kong utilizó esta madrugada spray de pimienta para dispersar a un grupo de manifestantes que se aglomeraron a las puertas de una comisaría en el barrio de Mong Kok, después de que se produjeran enfrentamientos menores entre el cuerpo policial y los jóvenes.


En una rueda de prensa este domingo, una portavoz de la Policía defendió "la necesidad" del uso menor de la violencia en esta zona al escalar la tensión.


"Había grupos que trataban de provocar a la Policía e intentaron empujar el cordón policial", señaló la representante.


Un grupo de manifestantes se congregó a las puertas de la comisaría de Mong Kok, después de que los jóvenes criticaran la "pasividad" de la Policía ante los ataques que sufrieron manifestantes por parte de grupos prochinos.

"La Policía se ha contenido mucho. Los conflictos se han intensificado mucho estos últimos días", señaló el portavoz del cuerpo en rueda de prensa.


A través de un comunicado también este domingo, los agentes han vuelto a urgir a los estudiantes a irse de la zona.


"La Policía pide al público que mantenga la calma y que colabore con las instrucciones de los oficiales de Policía. Cualquier acto que ponga en peligro el orden público o la seguridad no será tolerado. La Policía tomará medidas decisivas contra las actitudes ilícitas", señala el comunicado.


Unos dos mil de estudiantes amanecieron este domingo en las calles de Hong Kong después de que decenas de miles participaran ayer en una concentración pacífica retando las advertencias del gobierno local de que utilizará todas las medidas necesarias para restablecer el orden en las calles si los manifestantes no se disuelven antes del lunes.


Varías líneas de transporte público siguen sin funcionar todavía en diversos puntos de la ciudad al igual que algunos comercios ubicados en las calles tomadas por los estudiantes cuando se cumplen ocho días desde que se iniciaran las movilizaciones.


Más de un millar de manifestantes pasaron la noche en las inmediaciones de los edificios gubernamentales en la zona de Admiralty, donde el sábado decenas de miles de personas participaron en una concentración pacífica convocada por las tres organizaciones -Scholarism, La Federación de Estudiantes de Hong Kong y Occupy Central-, que lideran las masivas protestas desde el pasado 27 de septiembre.


En la masiva concentración, los convocados protestaron por los ataques llevados a cabo por opositores de las protestas el día anterior, a quienes relacionaron con las tríadas, mafias chinas, y cuyos ataques habrían sido orquestados por el Gobierno de Pekín.


Cerca de otro millar de manifestantes amanecieron este domingo en los barrios de Causeway Bay y Mong konk, las otras dos zonas donde han bloqueado varias calles desde el pasado lunes.


En el barrio de Mong Kok continuaron produciéndose enfrentamientos, aunque de menor incidencia, entre grupos contrarios de la ocupación callejera y estudiantes, después de que el pasado viernes numerosas personas resultaran heridas y unas 19 detenidas.


La prolongación de las protestas llega a un día clave después de que el jefe del Gobierno, Leung Chun-ying, advirtiera ayer a través de un comunicado de que "el Ejecutivo y la Policía tienen el deber y la determinación de tomar todas las medidas necesarias para restablecer el orden social, para que el Gobierno y los siete millones de personas de Hong Kong puedan volver a su trabajo y a su vida normal" el lunes.

En un comunicado posterior, la Federación de Estudiantes de Hong Kong abrió la puerta al diálogo -anteriormente cancelado por la violencia- con el Gobierno si éste se compromete a llevar a cabo una investigación sobre los ataques ocurridos y dar respuestas.


La organización también expresó el deseo de alcanzar un acuerdo con el Gobierno para que las protestas continúen en los alrededores de los edificios gubernamentales y a la vez los 3.000 empleados de la administración puedan volver a su trabajo.