Tusk, abierto a compromisos

Afirma que los principales desafíos que afronta la Unión "no desaparecerán hasta diciembre".

Tusk, abierto a compromisos
Tusk, abierto a compromisos
Efe

El primer ministro polaco, Donald Tusk, elegido presidente del Consejo Europeo a partir de diciembre próximo, se mostró este sábado dispuesto a forjar compromisos desde su nuevo cargo, incluida la cuestión británica y la flexibilidad fiscal, para mantener unida la UE y fomentar el crecimiento y el empleo.


"Soy consciente de que la principal tarea del presidente del Consejo es el trabajo constante para construir compromisos", dijo un emocionado Tusk en rueda de prensa, después de haber sido designado presidente del Consejo Europeo y de las cumbres del euro por sus veintisiete homólogos, un momento que consideró "importante".


Calificó de "maestro" al actual presidente del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy, en lo que se refiere a la construcción de compromisos en Europa y, dentro de este compromiso, "tenemos que defender nuestros intereses comunes, y esto es un gran reto".


"Vengo a Bruselas de un país que cree profundamente en el significado de una Europa unida. El 80 % de los polacos cree en la UE y no busca una alternativa. Estoy también convencido de que no existe ninguna alternativa inteligente a la Unión", sostuvo.


Tusk se declaró consciente de que los principales desafíos que afronta la UE ahora "no desaparecerán hasta diciembre", como la crisis económica y la situación en la eurozona.


"Sé que tendré que organizar el trabajo de las cumbres del euro y sé que esto no va de la moneda común o asuntos materiales, sino sobre el futuro de asuntos económicos en la UE, la cuestión de la confianza mutua de los europeos y también de la confianza en la UE", señaló Tusk, cuyo país no pertenece a la eurozona.


"Creo que lo que yo puedo aportar es la experiencia de un país que todavía mantiene su moneda nacional. Esta decisión de este sábado espero que también sirva para acabar con esa división de los que están en el euro y los que no. El euro tiene que dejar de ser algo que introduzca divisiones en el continente", afirmó.


En el campo económico, Tusk consideró, desde su experiencia como primer ministro, que es posible combinar la disciplina presupuestaria y el crecimiento porque en Polonia, puntualizó, "hemos tenido un crecimiento acumulado del 20 % y hemos podido mantener una disciplina fiscal".


"Esto no es una contradicción, el crecimiento y la disciplina. Conseguiremos este objetivo de combinar estos dos objetivos", recalcó, en un guiño a la petición sobre todo de gobiernos socialistas, encabezados por Francia.


"Deberíamos ver el crecimiento en el marco de la responsabilidad", indicó por otro lado en alusión a los gobiernos que exigen austeridad.


Conseguir los objetivos comunes implicará responder "siempre las mismas preguntas: quiénes somos y cómo podemos responder a los retos" que afrontan los Veintiocho.

Tusk también indicó que la UE puede ayudar a sus "vecinos del sur y del este" si los países miembros son capaces de tener la misma postura, que debería ser audaz y responsable a la vez, guiada por el "sentido común, pero también por la imaginación".


El primer ministro polaco aseguró que "hará suyo" el plan estratégico adoptado por los líderes en junio pasado para los próximos años y subrayó: "La UE y yo personalmente tendremos en cuenta las preocupaciones expresadas por el Reino Unido".


"Estoy convencido de que el futuro de la UE no trata de hacer la Unión más pequeña. Ninguna persona razonable podría imaginarse la UE sin el Reino Unido", sostuvo Tusk, quien dijo que ha hablado con el primer ministro británico, David Cameron, que ha presentado muchas propuestas de reformas "y estoy seguro de que podremos lograr un acuerdo" para satisfacer a Londres.


Creo que muchas de las propuestas de Cameron son aceptables para políticos razonables en Europa, también cuando se trata de buscar un compromiso, una postura común para eliminar el abuso del sistema del libre circulación de trabajadores", indicó.


Se mostró además convencido de que la "UE tiene sentido y tendrá sentido en el futuro".


Tusk, quien habló en polaco para ser "más preciso" y prometió pulir su inglés "para estar listo en diciembre al 100 %, reconoció en un tono más distendido que los líderes europeos con su "cordial presión han influido un poco" en que acepte el cargo.