El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó por teléfono al primer ministro británico, David Cameron, con quien abordó el brote de ébola en África Occidental y las crisis en Iraq, Ucrania y Gaza.

Según informó la Casa Blanca en un comunicado, los dos líderes dieron la bienvenida a los esfuerzos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en relación al ébola y se comprometieron a aumentar la ayuda prestada por sus gobiernos para contener la enfermedad.

Respecto a Ucrania, ambos políticos coincidieron en que cualquier intervención rusa, "incluso bajo supuestos auspicios 'humanitarios', sin el consentimiento expreso y autorización formal del Gobierno de Ucrania es inaceptable, viola el derecho internacional y tendrá consecuencias adicionales".

Sobre este asunto, Obama también conversó con la canciller alemana, Angela Merkel, quien calificó de inaceptable el plan ruso de enviar convoyes de ayuda humanitaria a los civiles ucranianos sin el permiso del presidente ucraniano, Petró Poroshenko, que rechazó la idea de pleno.

En cuanto a Gaza, Obama y Cameron condenaron la reanudación de los ataques con cohetes y pidieron el cese inmediato de las hostilidades", a favor de "un alto el fuego sostenible", agrega la nota, aunque los dos dirigentes reiteraron el derecho de Israel a su legítima defensa, al tiempo que llamaron a minimizar las bajas civiles.

De acuerdo con la Casa Blanca, los dos mandatarios también acordaron proporcionar ayuda humanitaria adicional e inmediata a los civiles asediados por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en el norte de Iraq un apoyo para el cual también cuentan con el respaldo del Gobierno francés.

"Discutieron los esfuerzos para contrarrestar la amenaza planteada por EI contra todos los iraquíes y coincidieron en la necesidad de que los líderes políticos iraquíes de todas las facciones dejen a un lado sus diferencias y formen un Gobierno inclusivo que saque el país adelante", agregó la nota.

Obama también telefoneó al presidente francés, François Hollande, para coordinar su apoyo a los civiles atacados por los yihadistas.