Iguazú, un espectáculo

La punta se produjo el lunes y desde entonces el caudal no ha dejado de bajar.

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Iguazú

La fuerte crecida del río Iguazú en los últimos días ha hecho subir a su máximo histórico el caudal, 30 veces mayor del habitual, en las cataratas del mismo nombre, debido a las intensas lluvias que caen en el sur de Brasil y que han provocado  importantes inundaciones en el noreste argentino.


El lunes al mediodía, las cataratas alcanzaron el récord en su caudal, de 46.000 metros cúbicos por segundo, por lo que la empresa Iguazú Argentina, concesionaria del parque nacional, tuvo que cerrar casi la totalidad de los paseos y senderos de avistamiento de los saltos de agua, dijeron los responsables.


Tras registrar su máximo histórico, "el río comenzó a bajar, no ha dejado de bajar, a una velocidad importante y eso nos ha llevado a la rehabilitación de la mayor parte de los paseos que habíamos restringido al acceso del público", dijo Ezequiel Bermejo, gerente comercial de Iguazú Argentina.


El exceso de agua en las Cataratas de Iguazú se debió a las fuertes precipitaciones que afectaron al sur de Brasil, que derivaron también en la crecida del río Paraná y causaron inundaciones en las provincias del noreste argentino que se encuentran en la ribera de este río.


Así, en las provincias de Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Chaco y Santa Fe se registraron cortes de rutas por el desborde del río, pueblos aislados por el agua y se prevé evacuar a las personas que viven a la orilla del Paraná.