Los taxistas parisinos se manifiestan y colapsan las entradas a la ciudad

Se han manifestado contra la 'app' Uber provocando más de 300 kilómetros de atascos.

La manifestación de taxistas convocada este miércoles contra las empresas que ponen en contacto a conductores particulares y usuarios a través de Internet provocó cerca de 300 kilómetros de atascos a primera hora de la mañana en las entradas de París, más del doble de lo registrado un día habitual.


Cientos de taxis salieron en caravana desde los aeropuertos parisinos de Roissy Charles de Gaulle y de Orly en dirección a la capital en una de las llamadas 'operación caracol', que por su baja velocidad buscan retener el tráfico.

Las federaciones del gremio, que se han unido a protestas de este mismo tipo organizadas este miércoles  en otras ciudades europeas, denuncian la a su juicio "competencia desleal" que llevan a cabo los servicios de transporte en vehículos compartidos por particulares (VTC) como Uber.


Los convocantes buscan en Francia, según la intersindical, que la situación "sea tomada en serio por los poderes públicos y que se encuentren soluciones definitivas para restablecer condiciones de competencia sanas en el transporte de personas". Los taxis franceses denuncian que en los últimos cinco años se ha dado un incremento de la oferta de transporte del 70%, que no ha ido acompañado de la misma evolución en la demanda.


"Este excedente de oferta brutal conducirá sin ninguna duda a dramas económicos y humanos, tanto para los conductores de taxis como para los de VTC", apuntan en su convocatoria, en la que piden que se paralice la propuesta de ley en marcha hasta que no hayan sido consultados representantes del sector.


La guerra entre ambos servicios, que se remonta al año 2009, se ha recrudecido en los últimos meses y obligó al ex primer ministro Jean-Marc Ayrault a anunciar el nombramiento de un mediador, Thomas Thévenoud, para establecer "nuevas reglas" que eviten la competencia entre ambas profesiones.


Las propuestas que ya se han filtrado, según los manifestantes, añaden nuevas limitaciones a los taxistas, al no imponer una carrera mínima a los VTC o permitir la entrada en el mercado de 3.000 de esos vehículos adicionales.


La movilización en otras capitales europeas demuestra "que esas distorsiones de competencia van más allá de nuestras fronteras", indican los taxistas galos, mientras que esos servicios alternativos reivindican su derecho a emprender.