Los iraquíes buscan un nuevo Gobierno lejos del sectarismo

La participación fue del 60%, dos puntos menos que la registrada en las legislativas de 2010.

Los resultados definitivos no se conocerán hasta dentro de 20 días
Los iraquíes buscan un nuevo Gobierno lejos del sectarismo

Los ciudadanos iraquíes depositaron este miércoles sus votos en unas elecciones legislativas en las que buscan elegir un nuevo Gobierno que les garantice estabilidad y seguridad en un país perturbado por las discordias sectarias y los ataques terroristas.


La participación en esta jornada electoral fue del 60%, dos puntos menos que la registrada en las últimas elecciones legislativas de 2010, anunció en rueda de prensa el miembro de la comisión electoral Maqdad al Sharifi. Añadió que los resultados finales de los comicios no se conocerán hasta dentro de 20 días, como mínimo, porque cabe un periodo para efectuar recursos.


Como ha podido constatar Efe, la tendencia política parecía ser lo que menos importaba a los ciudadanos que se han acercado este miércoles a los colegios electorales a depositar su voto, más preocupados por elegir un Ejecutivo que les ofrezca estabilidad ante la situación de inseguridad que vive actualmente el país.


El estudiante Karrar al Yasem, 22 años, que votó en el barrio de Al Zubat, señaló a Efe que espera que estas elecciones "abran una nueva página con (el primer ministro iraquí saliente Nuri) Al Maliki, pero gestionada con más estabilidad".


En Bagdad, los votantes, jóvenes, ancianos, mujeres y hombres se desplazaron andando, y a veces en sillas de ruedas, a los centros de votación, después de que el Ejército iraquí impidiera la circulación de vehículos en la ciudad desde anoche hasta el cierre de las urnas por razones de seguridad. Pese a esas medidas severas, al menos 17 personas murieron por la explosión de varios artefactos cerca de algunos colegios electorales, que también fueron atacados con proyectiles, según informaron a Efe fuentes de seguridad. "Esperamos lo mejor de estas elecciones. Y aunque continúe el Gobierno actual queremos que cambie su método", dijo el comerciante Arkan Jalifa, de 41 años, después de depositar su voto. 


Al acudir a las urnas, Al Maliki dio este miércoles por ganadora a su coalición, la chií Estado de Derecho, e instó a "superar el principio de las cuotas (confesionales) y establecer un Gobierno basado en la mayoría parlamentaria". El Ejecutivo iraquí saliente estaba integrado por ministros, entre otros, de las dos coaliciones rivales, Estado de Derecho y la laica Al Iraquiya, dirigida por el exprimer ministro Ayad Alaui.


Sin embargo, hace más de un año estalló una crisis política entre los dos grupos, lo que empujó a Al Iraquiya a retirar a sus titulares de las reuniones gubernamentales y a endurecer su oposición parlamentaria al primer ministro, lo que llevó al país a una grave división política y sectaria. 


El dirigente de la Coalición Al Iraquiya, Ibrahim al Mutlak, que forma parte de una destacada familia de políticos suníes, señaló en declaraciones que la jornada electoral "fue exitosa" pese a algunos obstáculos registrados en las afueras de Bagdad. Mulak explicó que algunas unidades militares impidieron la circulación a vehículos que transportaban a los electores, pese a que estos disponían de una autorización de la comisión electoral para desplazarse. A su juicio, esto impidió que varios ciudadanos que viven lejos de los colegios electorales tuvieran la oportunidad de votar.


Por otra parte, Mulak compartió la postura de Al Maliki y señaló que los iraquíes quieren un Gobierno de mayoría política y opinó que "los ejecutivos que se basan en el consenso y las cuotas (confesionales) llevan a mucha corrupción".


Asimismo, algunos ciudadanos prefirieron boicotear el sufragio, como el periodista Wisam al Bayati, que explicó que ya ha votado en dos elecciones parlamentarías desde la caída del régimen de Sadam Husein, en 2003, sin que haya notado un "avance real" en el proceso político ni en los servicios prestados por el Estado. Al Bayati calificó a Al Maliki de "débil" y consideró que no tiene la fuerza necesaria para aplicar su programa electoral, aunque lamentó que al mismo tiempo no existe otra alternativa en la escena política iraquí. "Por ello he preferido dejar mi voto para mí mismo", añadió.


La analista del centro egipcio de estudios políticos y estratégicos Al Ahram, Iman Ragab, señaló, tras el cierre de las urnas, que un Gobierno que se apoya en una mayoría parlamentaria "no va a sacar al país de la división sectaria porque ganarán los que tienen más movilización, que son los aliados chiíes de Al Maliki". Según Ragab, esto creará divisiones entre una mayoría chií y una oposición suní y laica.


La analista precisó que Irak necesita una nueva elite política "liberada de la historia de la represión de Sadam, de la violencia y de la desconfianza en la ciudadanía, que tenga un programa político claro a largo plazo y que sea independiente de la influencia extranjera".


Por otro lado, en la región autónoma del Kurdistán, los electores votaron este miércoles también, además de en los comicios legislativos federales, en las elecciones locales para elegir los consejos de las tres provincias que abarca la región, Al Suleimaniya, Dahuk y Erbil.