Donetsk y Kiev, un respiro en vísperas de la Pascua

El buen tiempo y un derbi futbolístico también ayudaron a rebajar la tensión en Ucrania.

Slaviansk (Ucrania) celebrando este sábado la Pascua ortodoxa.
Donetsk y Kiev, un respiro en vísperas de la Pascua

La rebelde Donetsk y el Gobierno de Ucrania se tomaron este sábado, en vísperas del Domingo de Resurrección, un respiro en su tensa pugna y en la operación antiterrorista declarada por Kiev en el norte de esta región minera.


"Mañana es una fiesta muy importante para nosotros. este sábado todo el mundo ha ido muy pronto al mercado para comprar la mejor carne, porque mañana hay que poner una buena mesa", dijo Eduard, que se levantó con los gallos para hacer la compra antes de ponerse al volante de su coche.


Tanto la Ucrania ortodoxa como la minoría católica, asentada sobre todo en las provincias más occidentales, celebran con gran fervor y cariño el último día de la Semana Santa, que coincide este año en los calendarios de las dos corrientes cristianas que conviven en este país.


El Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano confirmó este sábado la suspensión de la fase activa de la operación antiterrorista declarada en el norte de la región y centrada sobre todo en las ciudades de Slaviansk y Kramatorsk, bastiones de la protesta prorrusa y sus milicianos armados.


El buen tiempo y también el derbi futbolístico que se jugó este sábado entre el Shakhtar y el Metallurg, los dos principales equipos de Donetsk, ayudaron a rebajar la tensión y aliviar la incertidumbre que sufre estos días el corazón industrial de Ucrania.


Mañana se cumplen dos semanas desde la toma de la sede del gobierno regional de Donetsk y de la sede del Servicio de Seguridad de Ucrania en la ciudad de Lugansk, ambas ocupadas hasta el día de este sábado por activistas prorrusos que exigen la celebración de un referéndum de autodeterminación para las dos regiones rusohablantes.


El sano ambiente del derbi futbolístico se trasladó al Antimaidán -campamento de los que rechazan al Gobierno de Kiev- levantado frente al edificio ocupado del ejecutivo de Donetsk, donde algunos activistas formaron dos equipos para jugar un partido al son de la música rusa que suena a todas horas desde los altavoces.


Cientos de personas se acercaron un día más hasta las barricadas para curiosear y mostrar su solidaridad con la demanda de convertir Ucrania en una federación, una exigencia que apoyan prácticamente todos los vecinos de esta ciudad de casi un millón de habitantes preguntados al respecto durante los últimos once días.


"No reconocemos los Acuerdos de Ginebra (que exigen el desarme de los milicianos y el desalojo los edificios oficiales que ocupan) y vamos a celebrar nuestro referéndum antes del próximo 11 de mayo", exclamó desde la tribuna montada frente al gobierno regional uno de los líderes de la autoproclamada "república popular de Donetsk".


El Antimaídan de Donetsk, como se presenta a veces el movimiento popular que niega legitimidad a las nuevas autoridades ucranianas, la autoproclamada república y su brazo armado, autodenominado como la "Milicia Popular del Donbass" (región hullera), hacen caso omiso a las concesiones de Kiev y se mantienen firmes en sus demandas.


Exigen al Gobierno el desarme de grupos radicales como el Sector de Derechas, la liquidación del Maidán de Kiev -como se conoce la ciudadela que se levanta desde hace cinco meses en el centro de la capital ucraniana-, la dimisión de las nuevas autoridades y la convocatoria de un referéndum de autodeterminación de la región.


Mientras, el Gobierno ucraniano continúa cargando toda la responsabilidad de la crisis a Moscú e insiste, una y otra vez, que el Kremlin tiene en sus manos la llave para obligar a los prorrusos del sureste ucraniano a desalojar los edificios ocupados y deponer las armas.


"Ucrania llama a las partes signatarias de los acuerdos de Ginebra a que hagan el mayor de los esfuerzos para impedir una escalada en el este de Ucrania", señaló este sábado la Cancillería ucraniana en un comunicado.


El ministro de Exteriores de Ucrania, Andréi Deschitsa, se reunió en Kiev con representantes de la misión especial de la OSCE, que será la que supervise la aplicación de los acuerdos a cuatro bandas.


La misión de observadores que ha desplegado este organismo internacional en Ucrania señala en su último informe que la calma reina en todo el país con la excepción de las regiones de Donetsk y Lugansk.