Hollande elude entrar en la polémica sobre las escuchas judiciales a Sarkozy

No respondió directamente y se escudó en su papel de garante de la "independencia judicial".

El príncipe Alberto y Hollande
Hollande elude entrar en la polémica sobre las escuchas judiciales a Sarkozy

El presidente francés, François Hollande, eludió entrar en la polémica sobre las escuchas judiciales a su predecesor y rival político, el conservador Nicolas Sarkozy, en la que se han empantanado varios miembros de su Gobierno, y en particular la ministra de Justicia, Christiane Taubira.


Hollande, interrogado en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, sobre cuándo supo que Sarkozy estaba bajo escuchas y si mantenía la confianza en Taubira, no respondió directamente y se escudó en su papel de garante de la "independencia judicial".


Una independencia que desglosó en tres principios: "el Ejecutivo no interviene en los asuntos judiciales"; "el respeto del derecho de la defensa"; y "la presunción de inocencia".


"Se hará justicia y debo hacer lo posible para que no sea contestada porque no puede contestarse", dijo el presidente francés.


La titular de Justicia dio a entender el lunes que se enteró por la prensa el 7 de marzo de que los jueces que instruyen el sumario sobre una posible financiación de la campaña de Sarkozy en 2007 con dinero del derrocado líder libio Muamar el Gadafi habían pinchado el teléfono del precedente jefe del Estado francés.


Un día después, el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, corrigió al señalar que él y Taubira estaban al corriente de la existencia de esas escuchas desde el 26 de febrero, algo que confirmó el miércoles la ministra, que se esforzó en insistir en que no conocía el contenido de las escuchas hasta que la prensa lo reveló, y que el Ejecutivo no intervino en ningún momento.


Taubira añadió que sólo le había comunicado a Hollande las informaciones que le había transmitido la Fiscalía General el 4 de marzo, porque ese día se produjo un registro judicial del despacho y del domicilio del abogado de Sarkozy, Thierry Herzog.


La oposición de derechas en bloque ha exigido la dimisión de la ministra de Justicia, que descartó dejar su cargo, y ha recibido el respaldo público de Ayrault.