El primer ministro israelí carga contra la comunidad internacional

Benjamín Netanyahu afirma que Irán no ha abandonado su programa de armas nucleares.

Netanyahu ofrece una rueda de prensa junto a las armas encontradas en el Klos C
Netanyahu ofrece una rueda de prensa con el cargamento del Klos-C

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aprovechó este lunes la captura, cinco días atrás, de un supuesto arsenal de armas iraníes para atacar con dureza a la comunidad internacional, a la que acusó de hipócrita e ingenua en su política de acercamiento al régimen de Teherán.


Rodeado de la cúpula militar, con el puerto meridional de Eilat a su espalda y decenas de cámaras enfrente, el mandatario insistió en su teoría de que el régimen de los ayatolá ha endulzado su rostro pero no ha renunciado a las aviesas intenciones que Israel atribuye a su controvertido programa nuclear.


"La comunidad internacional quiere ignorar las continuadas agresiones de Irán y el papel que desempeña en la masacre de Siria. Quieren engañarse a sí mismos (pensando) que Irán ha abandonado su intención de obtener armas nucleares", aseveró.


"Igual que Irán escondió estas armas, está escondiendo su programa nuclear. El mundo debe despertar y evitar que consiga armas atómicas", agregó.


El mandatario se desplazó este lunes a la citada ciudad costera, junto al ministro de Defensa, Moshe Alyon, -uno de los halcones de la derecha israelí- para presentar el cargamento atribuido al barco "Klos-C", apresado el pasado miércoles cuando navegaba en aguas internacionales del Mar Rojo.


Según la versión israelí, en su bodega transportaba 40 misiles de corto alcance (tipo M-302), además de piezas de artillería de 122 mm y numerosa munición procedente de Irán y con destino a grupos radicales islámicos en la franja de Gaza, bajo estrecho asedio del Ejército israelí desde 2007.


Tanto Irán como el movimiento islamista Hamás han negado unas acusaciones que han despertado suspicacias igualmente tanto en la prensa israelí como en algunos círculos diplomáticos.


"Estas armas estaban destinadas a terroristas en Gaza, empeñados en destruir Israel", insistió Netanyahu, quien el domingo afeó a la alta representante de política Exterior de la UE, Catherie Ashton, que ese mismo día visitara Irán y no hiciera comentario alguno sobre el cargamento.


Pero si "construimos un balcón en algún barrio de Jerusalén, el mundo vocea y grita; el mundo es hipócrita", subrayó en alusión a las críticas de la comunidad internacional a la continua ampliación israelí de las colonias en la Cisjordania ocupada, ilegales según el derecho internacional.


El mundo "quiere convencerse a sí mismo de que Irán ha cambiado su intención sobre adquirir armas nucleares. (Hasta ahora), todo lo que hemos oído es un puñado de leves condenas a Irán de la comunidad internacional sobre este asesino cargamento", recalcó.


"Hemos sido testigos de las sonrisas y los apretones de manos de los representantes de Occidente con el régimen iraní en Teherán, en el mismo momento en el que estos misiles eran descargados en Eilat", precisó.


Ashton se reunió el domingo en la capital persa con el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Javad Zafari, para tratar de avanzar en el acuerdo logrado a finales del pasado año, por el que Irán se compromete a reducir su actividad nuclear y aceptar inspecciones a cambio del fin paulatino de las sanciones.


Un pacto que debe entrar en vigor este verano y al que Israel se ha opuesto desde el principio, alegando que Teherán no ha renunciado en ningún momento a su ambición de dotarse con un arsenal de armas atómicas.


Desde entonces, las autoridades israelíes han iniciado una campaña diplomática y política para desacreditar un acercamiento que lidera el denominado grupo 5+1, integrado por Estados Unidos, Rusia, el Reino Unido, Francia, China y Alemania, con Ashton como cabeza visible y portavoz.


El apresamiento del "Klos-C" es el último episodio de un pulso que, junto al problema palestino y la hostilidad entre gobiernos suníes y chiíes, forman el corazón del conflicto de Oriente Medio.


Sin embargo, la coincidencia del presunto hallazgo armamentístico con la estancia de Netanyahu en Estados Unidos y la rápida puesta en libertad de la tripulación han despertado cierto recelo, incluso en medios israelíes.


El propio primer ministro hubo de salir el sábado a la palestra pública para negar las insinuaciones de que el momento de la operación había sido cuidadosamente preparado para que coincidiera con su viaje a Washington y conseguir así un mayor impacto para su política y mensaje.