Más de un millar de manifestantes ucranianos han tomado este viernes la sede del Minsterio de Agricultura y han levantado más barricadas callejeras mientras algunos han abandonado la Plaza de la Independencia de Kiev, epicentro de las protestas, para resguardarse del frío en los edificios del gobierno que tienen bajo control.

"La gente tiene que entrar en calor", declaró un líder de las protestas a la agencia de noticias rusa Interfax, mientras sus compañeros levantaban las nuevas barricadas más cerca del palacio presidencial, portando escudos arrebatados a guardias antidisturbios.

Mientras, otro grupo de manifestantes ha quemado neumáticos cerca del estadio del equipo de fútbol del Dinamo de Kiev, que poco a poco se está convirtiendo en un nuevo foco de tensión.

La reactivación de las protestas tiene lugar después de que el líder opositor ucraniano Vitali Kitschko afirmara este viernes que el presidente, Viktor Yanukovich, no ha ofrecido nada en las conversaciones celebradas el jueves, al tiempo que ha añadido que teme que se produzca un mayor derramamiento de sangre.

"Horas de conversaciones se han gastado para nada. No tiene sentido sentarse en una mesa de negociaciones en las que alguien ya ha decidido decepcionarte", ha sostenido.  "Sinceramente deseo que no haya más derramamiento de sangre y que no haya muertos (...) Yo sobreviviré, pero temo que haya muertos", ha remachado Klitscho.

Apenas horas antes, el líder del partido ucraniano Batkivshchina (Patria), Arseniy Yatsenyuk, aseguró tras la reunión con Yanukovich que existen "altas posibilidades" de resolver las disputas políticas que han desencadenado violentos enfrentamientos en las calles de Kiev.

Yanukovich ha reunido en la sede de la Presidencia a miembros de su Gobierno y a los opositores Yatsenyuk --responsable 'de facto' del partido al que pertenece la ex primera ministra Yulia Timoshenko, actualmente en prisión-- y Klitschko, máximo responsable del partido UDAR.