Investigación policial

El espía que apareció muerto en una bolsa de deporte falleció por causas accidentales

La Policía Metropolitana reconoce que no tiene pruebas de que el espía se quitara la vida o que su muerte esté vinculada con su trabajo y que "muchas cuestiones siguen sin respuesta".

La Policía Metropolitana ha concluido que el agente del servicio de Inteligencia exterior (MI6) Gareth Williams, que fue hallado muerto en Londres en agosto de 2010 en el interior de una bolsa de deportes cerrada con un candado, murió por causas accidentales, ha informado la cadena de televisión pública británica BBC. 


En 2012, un experto forense aseguró que Williams, de 31 años de edad y natural de Anglesey, había sido víctima de un asesinato. Sin embargo, la Policía Metropolitana ha informado este miércoles de que una revisión de las pruebas del caso ha permitido concluir que es "más probable" que ninguna otra persona estuviera presente cuando el espía falleció en su apartamento de la capital británica.


La familia del fallecido ha lamentado que aún no se hayan determinado las causas de la muerte de Gareth Williams pero ha respaldado las conclusiones del nuevo estudio forense. "Estamos, como es natural, decepcionados porque todavía no sea posible declarar con seguridad cómo murió Gareth y el hecho de que las circunstancias de su muerte todavía no sean conocidas se suma a nuestro dolor", ha afirmado la familia.


"Consideramos que, basándonos en los hechos conocidos hasta ahora, el veredicto forense refleja con precisión las circunstancias de la muerte de Gareth", han indicado los familiares del espía. Williams fue encontrado muerto desnudo en el interior de una bolsa de deportes cerrada con candado en su apartamento de Londres el 23 de agosto de 2010, después de que sus compañeros avisaran de que desconocían su paradero.


El exagente del MI6 estaba asignado como oficial de comunicaciones en el Cuartel General de Comunicaciones Gubernamentales en un puesto de "escuchas" en Cheltenham, en la región de Gloucestershire. Una semana después de su desaparición, el MI6 abrió una investigación y, tras el hallazgo del cadáver, el Ministerio del Interior realizó un examen al cuerpo y no logró determinar la causa de la muerte.


La conclusión de la nueva investigación forense de la Policía Metropolitana difiere de la primera pesquisa forense y de las indagaciones de la inspectora jefe Jackie Sebire, que concluyó que era "altamente probable" que hubiera alguien más involucrado en la muerte de Gareth Williams. Las investigaciones, sin embargo, siguen sin dejar algunos puntos claros. El ADN de Williams no aparece en el candado de la bolsa ni las huellas dactilares en el borde de la bañera.


En la presentación de las conclusiones de esta última investigación forense, el subcomisario Martin Hewitt ha asegurado que está satisfecho porque es "teóricamente posible" que Williams se hubiera metido en la bolsa aunque ha admitido que "hay muchas cuestiones que siguen sin respuestas" sobre las causas de la muerte. Sin embargo, también ha asegurado que no tiene pruebas que respalden que el espía se quitara la vida o que su muerte esté vinculada con su trabajo.