El Tribunal de Apelación de Burdeos validó la instrucción en el caso del presunto abuso por debilidad de la millonaria Liliane Bettencourt, lo que confirma las acusaciones contra la docena de imputados, entre ellos el expresidente francés Nicolas Sarkozy.

El tribunal rechazó el recurso de los inculpados, que reclamaban la anulación de los procedimientos del juez instructor Jean-Michel Gentil, y en particular el examen psiquiátrico que concluyó que Bettencourt por su senilidad era susceptible desde septiembre de 2006 de haber sido objeto de abusos para aprovecharse de su fortuna.

Una primera consecuencia de este dictamen, que puede ser recurrido ante el Tribunal Supremo -aunque eso no tendría carácter suspensivo- es que Gentil está habilitado para decidir rápidamente que los elementos acusatorios son suficientes para que los procesados se tengan que sentar en el banquillo en un próximo juicio.

Un elemento que podría retrasar esa decisión es otra demanda presentada por los abogados de dos de ellos, el artista y amigo de la heredera de L'Oréal, François-Marie Banier, y el exgestor de la fortuna de ésta, Patrice de Maistre.

Banier y De Maistre quieren recusar a los tres magistrados instructores que se han ocupado de la causa por considerar que su actuación ha sido parcial.

El pronunciamiento de la sala de instrucción del Tribunal de Apelación de Burdeos supone un revés para un retorno a la política activa de Sarkozy, del que los jueces sospechan que aprovechó su relación con Bettencourt para financiar su campaña electoral de 2007.

Tras una intervención muy mediática la semana pasada, el anterior jefe de Estado francés debe dar hoy una conferencia en Washington y el próximo viernes tiene previsto participar en actos públicos en el sur de Francia, en particular en Niza, un gran feudo de su partido, la Unión por una Mayoría Popular (UMP).