Conflicto en Siria

La ONU denuncia crímenes de extremistas opositores en Siria

Documentan al menos tres episodios diferentes, además de matanzas en localidades alauitas, la minoría a la que pertenece la familia del presidente Bachar al Asad.

La comisión creada por la ONU para investigar las violaciones de los derechos humanos en la guerra de Siria reveló el "aumento significativo" de los crímenes perpetrados por grupos opositores extremistas y combatientes extranjeros que han entrado al país.


"Brigadas enteras están ahora formadas por combatientes que han ingresado a Siria, con los Al-Muhajireen como los más activos", dijo el presidente de la comisión, Sergio Pinheiro, en la presentación del informe más reciente de la comisión al Consejo de Derechos Humanos de la ONU.


Las "Brigadas de Al-Muhajireen" son un grupo yihadista formado para participar en el conflicto sirio y está afiliado al extremista "Estado Islámico de Irak y el Levante", anexado a su vez a Al Qaeda.


Pinheiro apuntó a denuncias y evidencias del asesinato por parte de esos extremistas de soldados en al menos un lugar, así como de civiles kurdos en al menos tres episodios diferentes, además de matanzas en localidades alauitas, la minoría a la que pertenece la familia del presidente Bachar al Asad.


Estos incidentes, que están siendo ahora investigados -indicó Pinheiro- se atribuyen a grupos opositores extremistas.


A estos mismos se les responsabiliza del secuestro de cientos de kurdos en el norte de Alepo, de Al Raqqah y en Al Hasakah, para canjearlos luego por prisioneros de sus filas, agregó.


El presidente de la comisión indicó que todos estos crímenes corresponden únicamente al periodo comprendido entre finales de julio y principios de agosto pasados.


El equipo de juristas, del que también forma parte la exfiscal de tribunales internacionales Carla del Ponte, denunció igualmente a las fuerzas del Gobierno sirio por bombardeos indiscriminados contra civiles y por practicar sistemáticamente la tortura en centros de detención, incluso contra niños.


"El Gobierno ha continuado su incansable campaña de bombardeos aéreos y ataques con artillería en todo el país. Hemos documentado ataques ilegales en doce de las catorce gobernaciones" de Siria, según Pinheiro.


Describió que los ataques han sido particularmente intensos en Damasco, Homs y Alepo, así como en las zonas rurales de estas tres ciudades, mientras que "municiones de racimo (prohibidas por las normas internacionales) se continúan usando en la gobernación de Idlib".


Para transmitir la dimensión del horror que vive la población siria, Pinheiro describió el ataque contra una escuela ocurrido el 26 de agosto en una zona de Alepo.


"Una bomba incendiaria fue lanzada desde un avión de caza, el fuego mató inmediatamente a ocho alumnos y otros cincuenta, entre 14 y 17 años, sufrieron terribles quemaduras en el 80 % del cuerpo. Se cree que muchos de ellos no sobrevivirán. No hay evidencia de que hubiese ningún blanco de la posición cerca de la escuela", relató.


Asimismo, se refirió a los ataques atribuidos a fuerzas del régimen contra hospitales y personal médico, de los cuales el más reciente ocurrió el pasado jueves, "cuando aviones del gobierno atacaron el terreno de un hospital cerca de Alepo, matando a once personas e hiriendo a una docena más".