Política internacional

La Presidencia interina egipcia emprenderá un proceso de reconciliación nacional

Human Rights Watch exige que se investigue la muerte de 51 manifestantes a manos del Ejército.

Manifestación a favor del depuesto presidente Mursi
La Presidencia interina egipcia emprenderá un proceso de reconciliación nacional
UMIT VEKTAS/REUTERS

La Presidencia interina de Egipto emprenderá pronto un proceso de reconciliación nacional para poner fin al recrudecimiento de las tensiones políticas tras el derrocamiento de Mohamed Mursi. Por su parte, Human Rights Watch (HRW) ha pedido que el Ejército y la Policía sean investigados por la muerte de 51 personas el pasado día 8.


En una entrevista concedida a la cadena Al Hayat TV, El Muslimani, asesor de comunicación presidencial, ha asegurado que este movimiento responde a las numerosas peticiones que ha recibido el presidente interino, Adly Mansur, para iniciar un proceso de reconciliación nacional en Egipto.


"La Presidencia agradece todos los esfuerzos sinceros en este sentido", ha afirmado El Muslimani, según ha recogido el diario egipcio 'Al Ahram'.


Hace dos semanas el jefe del Ejército, Abdel Fatá Sisi, anunció la remoción de Mursi y designó a Mansur, entonces presidente del Tribunal Constitucional, como nuevo presidente interino. Desde entonces, las manifestaciones de detractores y seguidores de Mursi han acrecentado la tensión en el país.


Ahora, la Fiscalía egipcia ha abierto una investigación al expresidente egipcio y a otros dirigentes de los Hermanos Musulmanes por delitos relacionados con espionaje, incitación al asesinato, conspiración para asesinar a manifestantes y daños a la economía.


También ha dado la orden de intervenir los activos de 14 líderes de la organización Hermanos Musulmanes, raíz del depuesto presidente y su partido, entre los que se encuentra el máximo responsable del grupo, Mohamed Badie, según informaron fuentes judiciales.


Junto a Badie, también se han visto afectados por la medida el 'Número dos' de la organización, Jairat el Shater, y el vicepresidente del ala política de la organización, Essam El Erian.


HRW pide que el Ejército sea investigado 


La ONG pro Derechos Humanos Human Rights Watch ha pedido a Adli Mansur que investigue al Ejército y a la Policía por las muertes de 51 personas el pasado 8 de julio a las puertas del cuartel donde presuntamente permanecía retenido Mursi, y ha solicitado por extensión a las autoridades egipcias que rompan el ciclo de impunidad que lastra el desarrollo democrático nacional.


HRW solicita que estas investigaciones "sean desarrolladas por la Judicatura civil, de manera independiente tanto a nivel práctico como institucional, de la cadena militar de mando", según la última declaración de la ONG.


El grupo hace hincapié en que tanto el Ejército como la Policía hicieron uso de "fuerza excesiva" en los incidentes que desembocaron en la masacre y pide que la Fiscalía egipcia investigue a los militares y a los agentes, y no solo a los Hermanos Musulmanes y al resto de partidarios del presidente derrocado.


"El Ejército tiene un largo historial que se caracteriza por responder, de manera rápida y exagerada, con fuerza letal para romper las protestas", denunció el director en funciones de la sección para Oriente Próximo de HRW, Joe Stork.


"Testigo tras testigo han descrito cómo el Ejército ha disparado contra la multitud, contra personas desarmadas, y el Gobierno tiene que descubrir quién es el culpable", añadió Stork. De lo contrario, mantiene el responsable de HRW, el nuevo gobierno en funciones no tendrá credibilidad en sus afirmaciones de que piensa respetar los Derechos Humanos en este periodo de transición.


El relato de los testigos consultados por HRW describe un escenario inicialmente pacífico en el que varias decenas de personas organizaron una sentada para exigir la puesta en libertad de Mursi. La tranquilidad se rompió con la intervención militar, con la presencia de soldados en la calle, flanqueados por francotiradores en los tejados, a los que la multitud comenzó a responder con cócteles molotov y piedras.


El saldo de los enfrentamientos fue de 51 manifestantes muertos, a los que hay que añadir otros seis fallecidos: tres miembros de las fuerzas de seguridad, dos agentes y un soldado, según los Ministerios de Salud y Defensa.


A pesar de que el Ejército ha denunciado que actuó en defensa propia cuando la manifestación intentó asaltar el cuartel, HRW denuncia que hasta ahora los militares no han aportado ninguna prueba. La investigación particular de la ONG, para la que ha consultado a más de una veintena de testigos, tampoco ha arrojado evidencias de que la multitud tuviera intención de actuar con violencia antes de que la Policía y el Ejército atacaran la concentración.


La promesa del presidente en funciones de investigar el incidente a través de "un panel judicial civil" no ha fructificado y todavía hoy se desconoce quién formará ese panel y qué competencias tendrá, según la ONG, que recuerda que la declaración constitucional promulgada el 8 de julio por Mansur concede al sistema judicial militar el poder absoluto a la hora de procesar cualquier crimen cometido por los soldados.


"Para acabar con esta discrepancia, Mansur debería emitir otra declaración para autorizar la creación de tribunales independientes civiles que investiguen los abusos de las fuerzas militares contra los civiles", indicó la declaración de HRW.


"Hemos comprobado constantemente", remachó Stork, "que el sistema militar no puede investigar de manera imparcial los crímenes contra los derechos humanos, porque sus jueces y fiscales pertenecen a la misma cadena de mando que aquellos a quienes investigan, por lo que la independencia y la imparcialidad son imposibles", añadió, antes de calificar el incidente como "el más sangriento visto desde la caída del expresidente Hosni Mubarak en 2011 y que llega en un momento de extrema polarización política".


Nuevos cargos dentro del Gobierno egipcio


Por su parte, el exembajador de Egipto en Estados Unidos, Nabil Fahmy, ha aceptado este domingo la propuesta para formar parte del nuevo Gobierno en funciones del país en calidad de ministro de Exteriores.


El primer ministro en funciones, Hazem el Beblawi, está a pocos días de completar el gobierno interino designado según las órdenes del Ejército egipcio tras el golpe de estado contra el presidente Mohamed Mursi.


La tarea no se antoja fácil. El exministro de Suministros de Egipto, Gidah Abdel Khalek, declinó hoy por motivos personales la oferta de regresar a su cargo que le ha ofrecido el actual Ejecutivo en funciones del país. El Beblawi, ofreció personalmente el cargo a Abdel Khalek, quien había ostentado la cartera durante unos pocos meses en 2011.


El político egipcio Mohamed El Baradei, considerado en su momento como uno de los principales candidatos para dirigir el gobierno en funciones tras el derrocamiento de Mursi, ha jurado este domingo su cargo como vicepresidente de Asuntos Exteriores, según informa el diario 'Daily News Egypt'.


Además, el economista liberal Ahmed Galal ha anunciado su intención de aceptar el ofrecimiento de convertirse en ministro de Finanzas en el gobierno del primer ministro interino Hazem el Beblawi.


Por el contrario, el ex ministro de Suministros de Egipto, Gidah Abdel Khalek, ha declinado por motivos personales la oferta de regresar a su cargo que le ha ofrecido el actual Ejecutivo en funciones del país.


Hazem El Beblawi ofreció personalmente el cargo a Abdel Khalek, quien había ostentado la cartera durante unos pocos meses en 2011.


"No obstante, decliné por motivos particulares", confirmó el ex ministro a la agencia de noticias Reuters.