Luxemburgo

Juncker buscará la reelección pese al escándalo del espionaje

El primer ministro luxemburgués, que lleva 18 años en su cargo, asegura que quiere presentarse, aunque es su partido quien tiene que elegir.

Jean-Claude Juncker a la entrada del Parlamento
Dimite el primer ministro de Luxemburgo y convoca elecciones
JULIAN WARNAND/EFE

El primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, buscará la reelección en los comicios adelantados de octubre próximo, tras haberse visto forzado a dimitir por una concatenación de escándalos en el seno del servicio de espionaje del país.


"Yo quiero presentarme, pero corresponde a mi partido decidir", señaló este jueves Juncker en declaraciones recogidas por el diario "Wort", que confirman su intención de concurrir a los comicios, ya adelantada poco después de su renuncia este miércoles.


El veterano político, de 58 años, aseguró tener "muchas" ganas de seguir adelante con su carrera política pese al revés sufrido por su Gobierno, que este jueves le llevó a presentar oficialmente su dimisión al gran duque Enrique.


Su partido, el democristiano CSV, partirá una vez más como favorito en las próximas elecciones, después de haber liderado todos los gobiernos excepto uno desde la Segunda Guerra Mundial.


La que a priori podía ser su gran rival interna, la popular vicepresidenta de la Comisión Europea Viviane Reding, despejó este jueves el camino a Juncker apoyando su posible candidatura.


"Espero realmente que Jean-Claude Juncker lidere el partido en las próximas elecciones. No podría pensar en nadie mejor (...) para encabezar nuestro país", dijo Reding en una declaración facilitada por su portavoz.


Pese a que el Gobierno luxemburgués se mantendrá en funcionamiento durante los próximos meses y de que el jefe del Estado se ha dado un margen para anunciar la convocatoria de elecciones, los partidos ya se han lanzado a la campaña y el CSV ha dejado claro que apoya a Juncker, con un mensaje en su página web.


La formación se reunirá este jueves mismo para analizar la situación y según varios medios locales para confirmar a Juncker como candidato, mientras que el resto de fuerzas lo harán en los próximos días.


Juncker, cuyo partido logró 26 de los 60 escaños del parlamento en las últimas elecciones, sigue contando con un importante respaldo en Luxemburgo, donde hasta dos tercios de la población se oponían a su dimisión, según un sondeo efectuado en los últimos días.


La caída del gran nombre de la política luxemburguesa -acumula 18 años como primer ministro y tres décadas como miembro del Gobierno- se precipitó el miércoles como consecuencia de un intrincado escándalo en el seno de los servicios secretos luxemburgueses.


Una comisión de investigación puesta en marcha en el parlamento consideró al jefe del Ejecutivo como "responsable" político de toda una serie de supuestas irregularidades cometidas por el departamento de inteligencia (SREL), entre ellas escuchas ilegales y malversaciones de fondos.


Los supuestos abusos se habrían iniciado a mediados de los años 80, cuando el país registró una oleada de ataques con bomba, el conocido como caso 'Bommeleeër', cuya investigación se ha reabierto y en la que aparecen involucrados agentes de la seguridad nacional.


Desde entonces, se acumulan supuestos excesos dentro del SREL, incluidas grabaciones al propio primer ministro a cargo del jefe del espionaje valiéndose de un reloj modificado y controles injustificados a miles de ciudadanos.


Entre 2004 y 2009 la comisión de investigación constató todo tipo irregularidades, incluidos turbios negocios del SREL en el extranjero, ante los que supuestamente el primer ministro no tomó medidas ni informó a los diputados adecuadamente.


Ante el parlamento, Juncker aseguró desconocer en todo momento los supuestos delitos, aunque reconoció ciertos "errores" por no haber vigilado todo lo estrechamente que habría podido al servicio secreto.


El líder democristiano se negó en todo caso a asumir responsabilidades y ahora parece decidido a recuperar su puesto cuanto antes y a seguir acumulando años al frente del Ejecutivo.


Algunos medios de comunicación luxemburgueses, sin embargo, especulan también con la posibilidad de que tras una reelección Juncker termine por abandonar el país rumbo a Bruselas como relevo del belga Herman Van Rompuy al frente del Consejo Europeo.


Una de las grandes figuras de la política comunitaria en las últimas décadas, el primer ministro luxemburgués fue hasta enero presidente del Eurogrupo y su nombre también sonó con fuerza en el pasado como candidato a presidir la Comisión Europea.