Caso Snowden

Bolivia tacha de "grotesca" la actuación de España

El ministro boliviano de Gobierno ha asegurado que la actuación de España fue "una agresión moral, al haber sido tratado el presidente como un criminal".

El ministro boliviano de Gobierno, Carlos Romero, tachó este martes de "grotesca" la actuación de España, por medio de su embajador en Austria, en el incidente ocurrido la semana pasada con el avión del presidente de Bolivia, Evo Morales.


En una sesión extraordinaria sobre el asunto ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Romero condenó la "actitud soberbia y contradictoria" de España, Francia, Italia y Portugal, a los que Bolivia acusa de impedir el sobrevuelo por sus territorios del avión de Morales el pasado 2 de julio.


En el caso de España, aseguró que Alberto Carnero, embajador español en Viena, donde permaneció durante más de 13 horas el avión de Morales, dijo al mandatario "que la autorización de España para poder realizar el sobrevuelo solamente iba a permitirse en caso de permitir una inspección al avión", ante la sospecha de que trasladara al extécnico de la CIA Edward Snowden, buscado por EE.UU.


El ministro indicó que cuando el mandatario rechazó esa petición Carnero "solicitó al presidente Morales que pudieran 'tomar un cafetito' en la aeronave de Evo Morales, extremo que también fue rechazado por considerarlo grotesco".


"Esta solicitud constituía una afrenta no solamente a la inmunidad de una legación oficial, sino inclusive por una agresión moral, al haber sido tratado el presidente Evo Morales como un criminal", aseguró.


Romero lamentó, además, que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, haya "considerado el hecho como un debate artificial", y afirmó que el ministro de Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, "ha incurrido en varias contradicciones en sus declaraciones publicas" al respecto.


Rajoy consideró el 3 de julio lógico que España permitiera aterrizar en su territorio, en concreto en las islas Canarias, el avión de Morales porque no viaja junto a Snowden y, por ello, ha considerado "artificial" el debate generado en torno a este asunto.


"Lo importante es que Snowden no va en ese avión y, por tanto, todo este debate que se ha producido es un poco artificial", recalcó Rajoy.


Según el ministro boliviano, el canciller español "dijo que por razones de secreto de sumario no podía decir si había instrucciones de EE.UU., luego ha señalado que tenían información de que Snowden se encontraba en la aeronave; y además no se ha hecho un desmentido de las gestiones del embajador de España en Austria".


Margallo mantiene que España nunca cerró su espacio aéreo al avión, pero este martes accedió a pedir disculpas a Morales si cree que ha habido "algún malentendido" con la retención que sufrió en Viena, y aseguró que el embajador en Viena está dispuesto a aclarar el "incidente".


Los embajadores ante la OEA de Nicaragua, Denis Moncada, y Venezuela, Roy Chaderton, criticaron también la actuación del embajador español.


"Cómo olvidar al embajador europeo enloquecido que trató de revisar personalmente el avión. Seguramente se imaginaba entrando al avión y dándole unos golpecitos en la espalda al presidente mientras se introducían en busca del cafecito y del señor Snowden", dijo Chaderton.


El ministro boliviano condenó también las actuaciones de Portugal, que "alegó fallos técnicos" para negar el sobrevuelo al avión "cuando aún se encontraba en territorio ruso"; la de Italia, y la de Francia, que negó el paso cuando la aeronave "llevaba dos horas y veinte minutos en el aire" y pese a haber emitido "un permiso de sobrevuelo con fecha de 27 de junio".


"Pedimos que se haga una explicación, fundamentada, coherente, no una que carece de elementos, y pedimos que se presenten las disculpas correspondientes de lo que consideramos un grave atentado contra el presidente Morales", afirmó el ministro boliviano.


Denunció, además, que Estados Unidos presentara el mismo 2 de julio una petición de extradición de Snowden a la cancillería boliviana, que fue rechazada porque, según el ministro, "nos estaban solicitando la extradición de un fantasma".