Irlanda del Norte

Drones, lanchas y 8.000 policías para proteger al G-8

Acostumbrada a lidiar durante décadas con el terrorismo y con la violencia callejera que enturbia el proceso de paz norirlandés, la Policía del país prepara un meticuloso plan.

Obama en su estancia en Belfast
Obama en su estancia en Belfast
AFP

Miles de policías, drones (aviones no tripulados) y lanchas rápidas integran el dispositivo de seguridad desplegado por la Policía de Irlanda del Norte para proteger la cumbre del G8, que arranca hoy en un aislado hotel de la provincia británica.


Ante la amenaza que podrían plantear manifestantes violentos o los grupos disidentes del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), más de 8.000 policías participan en uno de los mayores operativos de seguridad de la historia del Reino Unido.


Londres, como presidente este año del G8, ha escogido el aislado y lujoso complejo hotelero de Lough Erne, próximo a la localidad de Enniskillen, para albergar durante dos días la reunión anual de los líderes de Estados Unidos, Japón, Francia, Italia, Canadá, Alemania, Reino Unido y Rusia, entre un tiempo desapacible.


Apenas 2.000 personas marcharon en un ambiente festivo y carnavalesco por las calles de la capital, donde se ha redoblado la presencia policial en los edificios más emblemáticos ante el temor de que las escisiones del IRA aprovechen los focos internacionales para dar publicidad a su causa con un atentado.


En uno de esos símbolos urbanos, en el Auditorio Waterfront Hall, el presidente estadounidense, Barack Obama, dio un discurso para ensalzar el proceso de reconciliación en la provincia británica entre dos comunidades enfrentadas durante siglos, la católica y la protestante.

Manifestantes

El PSNI, que cuenta con la asistencia de 3.500 agentes de las fuerzas del orden de Escocia, Gales e Inglaterra, ha erigido en torno al lago y el hotel que forman este complejo turístico una imponente muralla metálica de siete kilómetros, protegida a su vez por otro anillo de alambradas.


Los manifestantes tienen previsto marchar al fin de la jornada de este lunes desde esa tranquila localidad del condado de Fermanagh hasta las proximidades de esa valla metálica, si bien la policía ya ha advertido de que no tendrán posibilidad alguna de acercarse a los líderes.


Sobre el terreno, la presencia de efectivos policiales es a toda vista más numerosa que la de manifestantes, que además estarán vigilados en todo momento desde el aire por tres pequeños aviones no tripulados, mientras que lanchas rápidas patrullan el lago Erne.


En caso de que se produzcan altercados, el PSNI ha aumentado la capacidad de sus centros de detención con 260 celdas adicionales en la ciudad de Omagh, en el vecino condado de Tyrone, y en Belfast.


Asimismo, el Departamento norirlandés de Justicia tiene a 16 magistrados de servicio las 24 horas del día para hacer frente a una hipotética "avalancha" de detenciones de manifestantes.


No obstante, la información que maneja la PSNI, que lleva meses coordinando el operativo de seguridad con los servicios de policía de varios países, es que solo un reducido grupo de individuos considerados conflictivos podría haber viajado a Irlanda del Norte.


Al otro lado de la frontera, la Policía de la República de Irlanda (la Garda) también ha movilizado a unos 900 agentes, que se desplegarán a lo largo de los límites que separan a ambas jurisdicciones.


La Garda dispondrá además de la posibilidad de ordenar a las compañías de telefonía móvil que suspendan o limiten su señal durante la cumbre si existe un peligro real de que los teléfonos puedan ser usados para detonar artefactos explosivos.


En principio esa herramienta solo podría ser usada en la República, si bien tanto la Garda como el PSNI podrían acordar extender el bloqueo de la señal a zonas de Irlanda del Norte en caso de que se identifique una situación de amenaza real e inminente.