Guerra en Siria

La ONU niega "evidencias concluyentes" del uso de armas químicas en Siria

La magistrada suiza Carla del Ponte ha asegurado: "Disponemos de testimonios sobre la utilización de armas químicas en particular de gas sarín. No por parte del Gobierno, sino de los opositores".

Ejercicios militares en la frontera siria
Ejercicios militares en la frontera siria
EFE

La polémica sobre el posible uso de armas químicas en el conflicto sirio ha llegado este lunes a Naciones Unidas, donde el presidente de la Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria, Paulo Sergio Pinheiro, ha negado que haya "evidencias concluyentes" de que alguna de las partes haya utilizado ese tipo de armamento.


"La comisión desea clarificar que no ha encontrado evidencias concluyentes del uso de armas químicas en Siria por alguna de las partes en conflicto. Por lo tanto, la comisión no puede hacer más comentarios al respecto en este momento", ha indicado el profesor brasileño Pinheiro en un comunicado.


Poco antes, la magistrada suiza Carla del Ponte, miembro de la comisión, había declarado a un medio de comunicación que esa instancia había recopilado informaciones según las cuales grupos rebeldes pueden haber usado armas químicas en el conflicto sirio.


Según Del Ponte, "disponemos de testimonios sobre la utilización de armas químicas en particular de gas sarín. No por parte del Gobierno, sino de los opositores".


"Existen sospechas fuertes y concretas, pero todavía no hay pruebas incontestables", ha recalcado.


Del Ponte, quien no ha dado más detalles sobre la información recogida hasta el momento, ha afirmado que la comisión todavía tiene mucho que investigar sobre el supuesto uso de gas sarín y ha puntualizado que los magistrados que conforman ese organismo, apoyados por un equipo de trabajo, deben profundizar en sus indagaciones, verificarlas y confirmarlas con más testimonios.


Los rebeldes han salido al paso de las palabras de Del Ponte y han negado que hayan usado armas químicas.


El portavoz de la Comandancia Suprema del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS), Qasem Saadedin, ha dicho que esos comentarios son "meras especulaciones" y ha subrayado que Del Ponte "no ha mostrado ninguna prueba ni justificación que apoyen sus palabras".


Además, "la ONU no ha conseguido entrar en Siria para comprobar lo que realmente sucede", ha agregado, en alusión a que las autoridades de Damasco no permiten a los miembros de la comisión ingresar en el país.


"Nosotros somos quienes poseemos pruebas de que el régimen sirio utiliza armas químicas. Esas pruebas las hemos mandado a nuestros comandantes y al presidente de Estados Unidos, Barack Obama", ha subryado el portavoz del ELS.


Tras los comentarios de Del Ponte, el presidente de la comisión especial creada por la ONU para investigar los crímenes perpetrados durante el conflicto sirio ha emitido un escueto comunicado, de tres párrafos, en el que no se refiere directamente a las palabras de la magistrada suiza.


Con respecto a cuándo la comisión revelará el contenido de sus conclusiones sobre el posible uso de armas químicas, la nota se limita a recordar que la entidad debe presentar un informe en la próxima sesión del Consejo de Derechos Humanos, el 3 de junio.


No obstante, Pinheiro ha aprovechado la comunicación para recordar a las partes en conflicto que el uso de armas químicas está prohibida en todas las circunstancias bajo la ley humanitaria internacional.


En los últimos meses las alegaciones, rumores y acusaciones por ambas partes del uso de armas químicas ha ido in crescendo, hasta el punto que el régimen de Bachar al Asad solicitó a la ONU que lo investigara sobre el terreno.


No obstante, el régimen no ha permitido la entrada al país de los investigadores internacionales.


Por esta razón, todo el trabajo de investigación se realiza a través de entrevistas telefónicas a ciudadanos y activistas en el interior y, sobre todo, mediante las conversaciones mantenidas con los refugiados que han huido de Siria y viven en países vecinos, a raíz de la rebelión que comenzó en marzo de 2011


El gas sarín es una sustancia extremadamente tóxica, incluso en pequeñas dosis, y es considerado por Naciones Unidas un arma de destrucción masiva desde 1991.