Explosión en Boston

Barack y Michelle Obama visitan a los heridos del atentado

El presidente americano y su esposa saludaron a las víctimas y hablaron con los miembros de los equipos médicos.

El presidente y la primera dama de EE.UU., Barack y Michelle Obama, respectivamente, visitaron este jueves a algunos heridos que permanecen hospitalizados tras los atentados del lunes en la maratón de Boston, y se reunieron con voluntarios a los que agradecieron su labor.


Ambos se dirigieron por separado a sendos complejos hospitalarios, donde saludaron a las víctimas y hablaron con los miembros de los equipos médicos que han operado a los internados más graves.


Obama visitó el hospital Massachusetts General, adonde fueron trasladados una treintena de heridos y donde acabaron ingresados 11 personas, cinco de gravedad.


David King, un cirujano del hospital que tras participar en el maratón acudió a su puesto de trabajo para atender a las víctimas, dijo a la prensa apostada a las puertas del nosocomio que el presidente saludó y habló con víctimas "de manera emotiva, muy inspiradora y sencilla".


Asimismo, aseguró que los pacientes se mostraron sorprendidos por la visita del mandatario.


La primera dama visitó a los ingresados en el hospital infantil de Boston y en la maternidad de Brigham.


La mayoría de los 176 heridos por las dos bombas del lunes han sido dados de alta, aunque varias decenas siguen ingresados y al menos 13 han sufrido amputaciones graves.


Además, poco después del servicio ecuménico en la catedral católica de la Santa Cruz de Boston, Obama y su esposa se trasladaron a una escuela cercana para saludar a los trabajadores de los servicios de emergencias y los voluntarios de la organización del maratón que ayudaron a salvar vidas.


"Estoy aquí para deciros lo orgulloso que está el país de vosotros, lo agradecidos que estamos de que frente al caos y la tragedia hayáis desplegado lo mejor del espíritu estadounidense", dijo Obama.


"Habéis demostrado compasión, deber cívico y coraje", indicó el presidente después de una intervención en la catedral en la que prometió que Boston y las víctimas "volverán a correr" y recuperar el espíritu que ha convertido a esta ciudad en "un icono".


Obama aseguró que aquellos que acudieron a auxiliar a las víctimas han inspirado a todo EE.UU. y deben estar "orgullosos" de lo que hicieron.


Antes del oficio religioso, el matrimonio Obama tuvo un encuentro en privado con los familiares de una de las tres víctimas mortales, la joven de 29 años Krystle Campbell.