Juicio por las matanzas del ejército de Guatemala

Un testigo recuerda como sacaron el corazón a su hija

Francisco Velasco ha sido uno de las personas que han testificado en el juicio por 1.771 asesinatos de indígenas al ex jefe de Inteligencia y un general retirado.

El general golpista Ríos Montt, durante la vista.
Un testigo recuerda como unos soldados sacaron el corazón a su hija
EFE/SAÚL MARTÍNEZ

Un superviviente de las masacres cometidas por el Ejército de Guatemala durante el Gobierno de facto de José Efraín Ríos Montt (1982-1983) afirmó este miércoles que los soldados "sacaron el corazón" a una de sus hijas y mataron a otros 11 familiares, en el juicio por genocidio que se sigue al exgeneral.


"Le abrieron el pecho, le sacaron el corazón. No sé si con cuchillo o machete", relató Francisco Velasco, al declarar ante el tribunal sobre la forma en que los soldados asesinaron a su hija, de 12 años.


"¿Mi niña qué delito tenía? ¿Mi mamá qué delito tenía?", se preguntó Velasco, de 52 años, al narrar que a una de sus hijas la encontró tirada dentro de su vivienda "con el pecho abierto y sin corazón".


Aseguró que los militares asesinaron al menos a 33 indígenas de la etnia ixil, entre ellos doce familiares suyos, en agosto de 1982 en Saquil Grande, una comunidad de Nebaj, en el departamento noroccidental guatemalteco de Quiché.


"Pido que haya una verdadera justicia", dijo Velasco, segunda persona en declarar esta jornada en la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia, donde se celebra el histórico juicio a Ríos Montt, de 86 años, y su antiguo jefe de inteligencia y general retirado José Rodríguez, de 67 años.


Velasco explicó que su familia se dedicaba a cultivar la tierra cuando el Ejército llegó a su comunidad y cometió la matanza.


"No tenemos delito y me imagino que los soldados ordenaron que los mataran", manifestó, por su lado, Nicolás Toma, al recordar la muerte de su padre, su madre y un hermano en abril de 1982, junto a otras 27 personas en una aldea del municipio de Cotzal (Quiché).


En esa época, precisó Toma, fue obligado a integrar las denominadas Patrullas de Autodefensa Civil, cuerpos paramilitares creados por el Ejército para combatir a la guerrilla, y también fue recluido en un campo de refugiados.


"Venimos aquí a pedir justicia para nosotros", aseguró otro testigo, Francisco Guzmán Rodríguez, al relatar que los soldados dieron muerte a siete de sus familiares.


"A mi papá (Pedro Guzmán) lo quemaron. ¿Acaso era basura? Solito me quedé", añadió Rodríguez, quien señaló que al menos 130 murieron durante las matanzas perpetradas en la comunidad de Ilom del municipio de Chajul (Quiché).


Guzmán indicó que sus familiares fueron acusados de ser guerrilleros, pero, subrayó, ellos solo eran "campesinos pobres".


Casi un centenar de supervivientes han dado hasta este miércoles su testimonio en el juicio por 1.771 asesinatos de indígenas ixiles en el que Ríos Montt y Rodríguez están en el banquillo de los acusados.


El proceso, que comenzó el pasado 19 de marzo, es el primero por genocidio que se sigue a un ex jefe del Estado en Guatemala, que vivió una sangrienta guerra interna entre 1960 y 1996 con unos 200.000 muertos.


Según el calendario del tribunal, esta semana proseguirán las declaraciones de los testigos de la Fiscalía y luego será el turno de los peritos propuestos por la defensa de los procesados.