Según el ministro de Exteriores

Cuba exigió suavizar la política común de la UE hacia la isla a cambio de Carromero

La hija de Oswaldo Payá asegura que el dirigente de Nuevas Generaciones le dijo que el coche en el que viajaban fue embestido por otro vehículo.

García-Margallo en su comparecencia para informar sobre el traslado de presos de Cuba
Cuba exigió suavizar la política común de la UE hacia la isla a cambio de Carromero
EFE

Cuba intentó usar a Ángel Carromero como moneda de cambio. Así lo desveló este jueves el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel Gacía-Margallo, que aún así insistió en que España no pagó ninguna contrapartida para que el dirigente de Nuevas Generaciones pudiera cumplir la pena de cuatro años de cárcel a la que le condenó por homicidio imprudente la justicia de la isla. 


Según desveló García-Margallo ante el Comité de Asuntos Exteriores del Congreso, recibió presiones por parte de La Habana para impulsar un giro en la política común que la Unión Europea mantiene hacia la isla a cambio de dar vía libre al traslado del preso.


La denominada posición común de la UE, impulsada por José María Aznar en 1996, nació como un mecanismo que condiciona las relaciones entre ambas partes a los avances democráticos y en materia de derechos humanos en Cuba. "Se me pidió que demandase un flexibilización de esta política en Bruselas y me negué", afirmó el ministro, que aún así reconoció que la postura defendida por el Gobierno de Mariano Rajoy ha sido la de propiciar un acercamiento hacia la isla, una demanda en la que se ha encontrado el apoyo unánime de todos los socios europeos, justificó. A pesar de la negativa española, Cuba accedió al regreso de Carromero "sin contraprestaciones", resaltó el titular de Exteriores.


García-Margallo desgranó ante la comisión la negociación que se inició el mismo 22 de julio de 2012, cuando el coche que conducía el militante del PP por una carretera de la provincia cubana de Granma se salió de la carretera y chocó contra un árbol, lo que provocó la muerte de los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero. Según destacó el ministro, desde el primer momento La Habana mostró una actitud negociadora, algo que, en el caso concreto de la celeridad con la que se juzgó a Carromero, "no se puede menos que aplaudir".


En cualquier caso, destacó García-Margallo, las gestiones no se limitaron al dirigente popular, ya que junto a él regresó a España Miguel Vives Cubillas, recluido desde hace cuatro años en Cuba por un delito de narcotráfico y sobre el que pesa una condena de 18 años.. "Solo se habla de la situación del señor Carromero pero las negociaciones afectaron también al señor Vives, y tan digno es el uno como el otro", resaltó García-Margallo.


Tercer grado

Durante su intervención el ministro también cerró cualquier puerta a la exigencia de explicaciones por la rapidez con la que Carromero obtuvo el tercer grado, apenas trece días después de regresar a España. "La labor de mi ministerio concluyó el 29 de diciembre con su llegada a Madrid, a partir de entonces pasó a ser responsabilidad de los departamento del Interior", se anticipó a modo de lavado de manos. 


Ningún grupo criticó de forma frontal la actuación mantenida por el Gobierno ante las autoridades cubanas. Es más, el ministro de Asuntos Exteriores recibió la aprobación general por su gestión "discreta e inteligente" del proceso. Solo el PSOE se desmarcó en parte del discurso general al exigir al Gobierno que muestre la misma eficacia para repatriar a los 2.500 presos españoles que cumplen condena en el extranjero que la desplegada con el militante popular ya que, según afirmó el diputado socialista Álex Sáez, los trámites para este tipo de casos se prolongan durante 18 meses. El de Carromero, sin embargo, se solucionó en apenas cinco, apuntó Sáez.


Distintas versiones, un accidente

Sí se expresaron dudas sobre la versión cubana del accidente. Así, tanto desde UPyD como desde CiU se cuestionó al Gobierno sobre si pudo haber más vehículos implicados en el siniestro, en referencia a las sospechas de la familia de Payá de que el accidente pudo ser provocado, una pregunta que el ministro evitó responder.


Precisamente este jueves la hija de Payá, Rosa María, aseguró en Madrid que Carromero le confirmó en una entrevista personal que habían sido golpeados por otro coche. "Tenemos derecho a saber cómo murieron y quién o quiénes son responsables de su muerte", exigió la hija del disidente.