EE. UU.

Obama pide compromiso al Congreso a pocos días de los recortes del gasto público

"Hablad con vuestros representantes en el Congreso y recordadles con toda claridad exactamente lo que está en juego", urgió Obama.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió a los gobernadores estatales que ayuden a presionar para que el Congreso se comprometa a lograr un acuerdo que evite los drásticos recortes del gasto público que deben entrar en vigor en cuatro días.


"Hablad con vuestros representantes en el Congreso y recordadles con toda claridad exactamente lo que está en juego", urgió Obama durante una reunión de la Asociación Nacional de Gobernadores celebrada en la Casa Blanca.


Algunas veces "los congresistas creen que compromiso es una mala palabra", lamentó el mandatario, quien sostuvo que la "incertidumbre" por esos recortes "arbitrarios" ya se siente y reiteró que, si entran en vigor, "la economía se ralentizará y se eliminarán empleos".


Obama resaltó que el país no puede continuar "de crisis en crisis", en referencia a que esos recortes estaban previstos para primeros de año y quedaron aplazados hasta marzo tras un acuerdo de última hora en el Congreso para impedir el abrupto ajuste del gasto público conocido como "precipicio fiscal" al que se enfrentaba EEUU.


Por decisión del Congreso adoptada en 2011, si no hay un acuerdo de largo alcance sobre la reducción del déficit público el 1 de marzo entrarán en vigor recortes automáticos del gasto por valor de más de 85.000 millones de dólares, la mayoría en el presupuesto destinado a Defensa.


Los recortes, que ascienden a 1,2 billones de dólares escalonados durante los próximos 10 años, supondrían una reducción generalizada del presupuesto de las agencias federales, excepto para algunos programas obligatorios como el Medicaid (de salud) y los cupones asistenciales de alimentos.


El pasado viernes, el secretario de Transporte, Ray LaHood, subrayó, por ejemplo, que el tráfico aéreo resultaría muy perjudicado, con retrasos de hasta 90 minutos durante las horas punta en grandes aeropuertos, si se aplican las reducciones, ya que habría que prescindir de muchos controladores y otros empleados.


En un nuevo intento por advertir del impacto de los recortes, la Casa Blanca divulgó el domingo un extenso informe sobre las consecuencias que tendrán en cada estado hasta el próximo septiembre.


Como ejemplo, en el estado de Virginia unos 90.000 empleados civiles del Departamento de Defensa tendrán que pedir excedencias, en Georgia más de 4.000 niños se quedarán sin acceso a vacunas y unos 350 profesores en Ohio verán peligrar sus puestos de trabajo.


Precisamente este martes Obama visitará un centro de construcción y reparación de buques en Newport News (Virginia) para destacar las consecuencias desastrosas que tendrá para el Departamento de Defensa la disminución en su presupuesto.


Este lunes fue el turno de la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, quien afirmó en la Casa Blanca que los recortes tendrán un efecto "destructivo" para su departamento y puso en duda que, de aplicarse, se pueda mantener "el mismo nivel de seguridad" que hay ahora en todo el país.


Según Napolitano, habrá retrasos en los controles de seguridad en los aeropuertos y en el examen de contenedores comerciales en los puertos, así como mermas en la capacidad del Departamento de Seguridad Nacional de detener a inmigrantes ilegales en las fronteras, entre otras "serias consecuencias" para el flujo de bienes y personas.


Tras un receso por las vacaciones de invierno el Congreso vuelve hoy al trabajo, aunque las propuestas de demócratas y republicanos para evitar los recortes siguen muy distantes.


Los republicanos están trabajando en un plan que dejaría en pie los recortes pero daría al Gobierno más flexibilidad para decidir cómo y dónde aplicarlos.


Mientras, los demócratas, como recordó el propio Obama, plantean aplicar "duros" recortes en algunos programas sociales en combinación con una reforma fiscal, a la que se oponen los republicanos, para aumentar la carga impositiva a los ciudadanos con rentas más altas.


Las acusaciones mutuas de quién tiene la culpa de la falta de acuerdo para impedir esos recortes volvieron a cruzarse.


El director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Gene Sperling, dijo a la cadena CNN que los republicanos están adoptando una posición "absolutista" por su rechazo a incrementar los ingresos de la hacienda pública mediante más impuestos a los que más ganan.


Mientras, el gobernador de Luisiana, el republicano Bobby Jindal, dijo a los periodistas frente a la Casa Blanca que Obama está "intentando asustar" a los ciudadanos con sus advertencias sobre los recortes y pidió al presidente que muestre "liderazgo" para resolver el problema.