Monti acusa a Berlusconi de querer corromper a los italianos

El dimisionario presidente del Gobierno italiano, Mario Monti, acusó a Silvio Berlusconi de querer comprar los votos de los italianos con su propio dinero al criticar la promesa electoral del exmandatario de devolver lo pagado el año pasado por el impuesto de bienes inmuebles. 

"Por primera vez, de manera científica, se compran los votos de los italianos con el dinero que han tenido que desembolsar para tapar los agujeros que se crearon por quien ahora hace promesas", atacó Monti durante una entrevista a la emisora radiofónica Rtl 102.5.

Monti, que concurre a las elecciones con una coalición centrista, se refería a la promesa hecha por Berlusconi, quien se comprometió a devolver a los contribuyentes lo pagado en 2012 por el impuesto sobre bienes inmuebles, reintroducido por el gobierno tecnócrata, si su coalición gana los comicios del 24 y 25 de febrero.

Berlusconi, añadió Monti, quiere hacer "apetecible votar a un partido" con la promesa de "la reducción o el desembolso de los impuestos pagados sin tener en cuenta los equilibrios financieros".

El dimisionario presidente del Gobierno agregó además que esta propuesta supone "un intento simpático de corrupción" al explicar que consistiría en comprar el voto de los ciudadanos con el dinero de los mismo ciudadanos.

"Cuando oigo a un señor simpático, muy simpático, que dice que había dejado las cuentas públicas en orden y que he sido yo quien ha hecho un desastre me parece como un guantazo a los sacrificios de los italianos y a veces me da pena y otras me pone muy nervioso", agregó Monti sobre las declaraciones de Berlusconi.

Berlusconi eliminó en la pasada legislatura como había prometido en campaña electoral el impuesto sobre bienes inmuebles (IMU, en italiano), pero Monti tras la dimisión en noviembre de 2011 de "Il Cavaliere", debido a la crisis económica, decidió reintroducir esta tasa.

Según la promesa de Berlusconi, los 4.000 millones que Monti recaudó con la reintroducción del IMU podrán ser devueltos a los italianos gracias a acuerdos con Suiza para introducir un impuesto sobre las cuentas corrientes de los italianos en este país.

Para el líder de la coalición de centroizquierda, Pierluigi Bersani, la propuesta de Berlusconi es solo "demagógica" y no es "posible" y la "cobertura financiera de la que habla es fantasía".