De profesión... cura y presunto traficante de drogas. Un sacerdote colombiano ha sido detenido en el aeropuerto moscovita de Sheremetyevo por transportar 13 bolas de cocaína en su estómago y otras cinco en su maleta. De la rama anglicana, el religioso introdujo la droga en preservativos que posteriormente ingirió. Rapidamente, las autoridades rusas lo llevaron al hospital para extraérselas. Ya en comisaría, el cura se ha defendido y ha declarado que le obligó a hacerlo un grupo mafioso de su país. Según la Policía, en esta ocasión el delincuente ha sido detenido por su aspecto enfermizo y su comportamiento nervioso.