El presidente de EE. UU., Barack Obama, llamó a poner fin a la "epidemia" de violencia con armas de fuego que afecta al país "cada día" y puso de límite el próximo enero para que se le presenten propuestas de "reformas reales". 

Según Obama, el país tiene "una profunda obligación" de debatir sobre el control de las armas, cuya posesión está protegida por la Constitución estadounidense, tras la tragedia de Newtown, donde el pasado viernes el joven Adam Lanza asesinó a 20 niños y a 6 adultos después de haber matado a su madre. Lanza se suicidó.

El presidente subrayó también durante su comparecencia en la Casa Blanca que la "mayoría" de los estadounidenses apoya prohibir la posesión de armas de asalto y de cargadores de alta capacidad.