Egipto

Dan la victoria al "sí" en el referéndum egipcio, entre demandas de repetirlo

El partido del Gobierno ha señalado que la participación en la consulta habría rebasado el 50%.

Los primeros resultados no oficiales apuntaron a una victoria del "sí" en la primera vuelta del referéndum sobre la nueva Constitución egipcia, entre peticiones de que se repita la votación por las irregularidades detectadas. 


A falta de datos definitivos, que no se anunciarán hasta el fin de la segunda ronda el próximo sábado, los Hermanos Musulmanes informaron de que en ocho de las diez provincias en las que se realizó la consulta se impuso el "sí".


Según un comunicado del brazo político de la cofradía, el Partido Libertad y Justicia (PLJ), los votantes aprobaron el proyecto de Carta Magna en Alejandría (55,6 %), Asiut (76,5 %), Sohag (78,8 %), Dakahilia (55,1 %), Asuán (76,4 %), el Norte del Sinaí (78,3 %), Sharqiya (65,9 %) y el Sur del Sinaí (63,9%).


Las provincias en las que ganó el "no" son El Cairo, con el 56,9 % de los sufragios, y Garbiya, en el delta del Nilo, con el 52,1 %, de acuerdo al recuento del grupo islamista.


Por su parte, el Frente de Salvación Nacional (FSN), que agrupa a la mayor parte de la oposición no islamista, confirmó el triunfo del "sí" con el 55 % de los votos en la primera jornada del referéndum, dijo a Efe el responsable de la sala de operaciones de esta coalición, Tareq al Auadi, que hace el seguimiento del plebiscito.


El FSN pidió el "no" al texto constitucional, porque critica que haya sido aprobado por una Asamblea Constituyente dominada por islamistas y alega que recorta derechos y libertades, además de abrir la puerta a una interpretación islamista de la ley.


Un día después de la votación prosiguieron las denuncias de irregularidades y seis ONG egipcias instaron a la Comisión Electoral a que ordene la repetición de la primera ronda del referéndum, al considerar que invalidan los resultados.


Entre las infracciones cometidas figuran la falta de una supervisión judicial completa y la obstrucción intencionada de la votación en algunos colegios electorales y del acceso al recuento de sufragios a observadores de los grupos de la sociedad civil.


Las ONG denunciaron, además, una campaña religiosa en las mezquitas para influir en la voluntad de los ciudadanos y para declarar apóstatas a quienes rechacen la Constitución.


En una rueda de prensa, el director del Instituto de El Cairo para los Estudios de los Derechos Humanos, Bahey el Din Hasan, comparó este referéndum a los efectuados durante la época del expresidente Hosni Mubarak, empañados por el fraude.


En la misma línea, el FSN pidió que se repita esta vuelta e instó a la Comisión Electoral a que revise "todas las violaciones registradas", que la coalición cifra en 4.000, y que "se comprometa a impedir que se repitan".


Uno de los líderes de esta formación, el premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei, destacó en su cuenta de Twitter que en la primera ronda hubo "irregularidades flagrantes" y que "la pobreza y el analfabetismo son terreno para comerciar con la religión".


Además, apeló al jefe de Estado, Mohamed Mursi, a que gobierne para todos y no solo una parte: "En medio de una división clara y grave de Egipto entre dos sectores, ¿se da usted cuenta de que debe ser un presidente para todos los egipcios?", se preguntó El Baradei.


El FSN acusó a los Hermanos Musulmanes de querer falsear el proceso para lograr la aprobación del texto y, entre las infracciones detectadas, citó urnas sin sellar con cera roja o el uso de supuesta "tinta mágica" para marcar los dedos de quienes ya han votado y que se borra al cabo de un rato.


Pese a estas denuncias, la jornada de votación transcurrió ayer con tranquilidad, aunque a última hora se vio empañada por el ataque de centenares de salafistas a la sede del partido nacionalista Al Wafd en El Cairo, donde resultaron heridos cuatro miembros de este grupo.


El secretario general de Al Wafd, Mohamed Fuad Badaui, denunció hoy en una comisaría al jeque salafista Hazem Abu Ismail por supuestamente instigar a sus seguidores a agredir a la policía y a los empleados del partido, y a intentar quemar el edificio.


El referéndum ha polarizado aún más a la sociedad egipcia, entre los que se oponen al proyecto de Constitución y los que consideran, como dijeron los Hermanos Musulmanes, que su aprobación "pondrá fin a los actos de sabotaje y caos" y marcará "el inicio de la estabilidad y el renacimiento" del país.