Falleció envenenado en 2006

La investigación de la muerte de Litvinenko desvela que trabajó para el CNI

La investigación del la muerte por envenenamiento de Alexander Litvinenko vincula a Rusia con el asesinato y desvela que el espía pudo colaborar con al MI6 y con la inteligencia española.

Rusia estuvo vinculada con la muerte por envenenamiento en 2006 del exespía Alexander Litvinenko, que pudo colaborar con el MI6 y la inteligencia española, según relataron hoy en Londres dos abogados en una audiencia previa a la investigación judicial del caso. 


El letrado Hugh Davies, asesor en el proceso, sostuvo a partir de documentos confidenciales remitidos por el Gobierno británico que se puede establecer "una presunción 'prima facie' (a primera vista) en cuanto a la culpabilidad del Estado ruso en la muerte de Alexander Litvinenko".


El abogado consideró que no hay evidencias que sugieran que las autoridades del Reino Unido estuvieron involucradas en la muerte del exagente, ni de que fallaran al examinar los riesgos a los que se enfrentaba. Según Ben Emmerson, que representa en el proceso a la viuda de Litvinenko, Marina, el exagente del KGB trabajó durante varios años con el MI6 británico.


El MI6 habría pedido a Litvinenko, poco antes de ser envenenado con polonio-210 radiactivo en un hotel de Londres, que colaborara con los servicios de inteligencia españoles para investigar la actividad de la mafia rusa, de acuerdo con Emmerson.


La investigación que llevará a cabo un juez forense del caso comenzará en mayo de 2013, siete años después de su muerte, pero este jueves y viernes se celebra en Londres una audiencia preparatoria.


El exagente del KGB, exiliado en el Reino Unido desde el año 2000, murió en 2006, a los 43 años, por los efectos de la sustancia radiactiva polonio-210 tras tomar el té en el Millennium Hotel de Londres supuestamente con dos antiguos contactos de su país, Andréi Lugovoy y Dimitri Kovtun.


La Fiscalía considera a Lugovoy, ahora diputado en Rusia, como el principal sospechoso de la muerte de Litvinenko, si bien las autoridades rusas han rechazado su extradición al Reino Unido para ser interrogado.


Davies descartó que existan pruebas que apunten hacia la participación de otras personas o grupos en la muerte del exespía y subrayó que la investigación trata de aclarar los vínculos entre partidos políticos rusos, el crimen organizado y el tráfico de armas.


El también abogado Neil Garnham, que representa al Ministerio de Interior británico, dijo por su parte que no puede "confirmar ni desmentir" que Litvinenko trabajara para los servicios secretos del Reino Unido.


A partir del próximo 1 de mayo se desarrollará en el Tribunal Superior de Londres la investigación judicial del caso, a cargo del magistrado Robert Owen.


Tras la vista en Londres, Marina Litvinenko se mostró satisfecha con que la investigación vaya a considerar la implicación de Rusia en al muerte de su marido: "Hemos dicho eso decenas de veces, pero es la primera vez que la cuestión sale a la luz en un tribunal", afirmó la viuda.


En una carta póstuma, Litvinenko acusó al Kremlin de estar detrás de su asesinato por haber acusado a los servicios secretos rusos de causar una serie de explosiones en un edificio de Moscú en 1999 para ayudar a Vladímir Putin a llegar a la presidencia de Rusia.