Casa Blanca

Un almuerzo reúne a Obama y Romney tras las elecciones

En la hora que duró el encuentro, Obama y Romney discutieron sobre el liderazgo de Estados Unidos en el mundo y la importancia de mantener la posición de líderes mundiales.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reencontró este jueves por primera vez desde las elecciones del 6 de noviembre con su derrotado rival, el republicano Mitt Romney, en la Casa Blanca, adonde el mandatario lo invitó a compartir un almuerzo y una conversación en privado.


En en una sala adyacente al Despacho Oval, durante el almuerzo que incluyó un chili de pavo y ensalada de pollo, Romney "felicitó al presidente por el éxito de su campaña y le deseó lo mejor para los próximos cuatro años", según la Casa Blanca.


Asimsimo, en la hora que duró el encuentro, Obama y Romney discutieron el "liderazgo de Estados Unidos en el mundo y la importancia de mantener esa posición de líder en el futuro".


Ambos se "comprometieron a seguir en contacto", sobre todo si en el futuro "surgen oportundiades de trabajar juntos en temas de interés común", de acuerdo con la nota oficial.


Romney, que apenas se ha dejado ver en público desde su derrota electoral hace tres semanas, había llegado este jueves a la Casa Blanca a bordo de un vehículo oscuro y, tal como lo registraron las cámaras que lo aguardaban, ingresó rápidamente por una puerta lateral sin hacer declaraciones.


El encuentro fue tan privado que la mesa sólo estaba puesta para dos, según habían reportado medios locales.


"Los dos querían tener una conversación privada", había justificado el cerrado encuentro el portavoz de Obama, Jay Carney, durante su briefing diario.


Una semana después de su victoria, Obama declaró en rueda de prensa que le gustaría intercambiar ideas con Romney antes de fin de año.


Según explicó en ese momento, a su juicio el republicano demostró a lo largo de su carrera política tener muchas buenas ideas y capacidad de mejorar los resultados de las organizaciones que tuvo a su mando.


Con todo, tras conocerse esta semana la invitación de Obama a Romney en la Casa Blanca, Carney había negado con un rotundo "no" cualquier posibilidad de que el presidente demócrata le ofrezca algún puesto en el gobierno que ahora tiene que reconfigurar a su antaño rival, del que se han alejado incluso muchas figuras de su Partido Republicano.