Censo en Bolivia

Bolivia se paraliza por su primer censo general en 11 años

La población no puede desplazarse por el país, circular por las calles ni beber alcohol durante este miércoles, aunque en las zonas de difícil acceso se alargará dos días más.

Bolivia se paralizó este miércoles por la celebración de su primer censo general en 11 años, en una jornada que se está desarrollando con normalidad y bajo estrictas restricciones para los bolivianos y extranjeros, como las de desplazarse por el país, circular por las calles y beber alcohol.


El primer boliviano en ser censado fue el presidente del país, Evo Morales, quien antes de ser entrevistado por una trabajadora del Instituto Nacional de Estadística (INE) afirmó a los periodistas que el de este miércoles es un recuento soberano y el primero que no busca rendir cuentas "a los organismos internacionales para que se hagan cargo" de la pobreza de la nación suramericana.


Morales destacó que los resultados definitivos, que se conocerán dentro de 6 meses, permitirán "planificar el desarrollo del pueblo boliviano" y que sea este quien enfrente su pobreza y necesidades.


Calles y carreteras desiertas por las que apenas circulan unas decenas de vehículos autorizados; fronteras, bancos y comercios cerrados; aeropuertos abiertos solo para vuelos internacionales y familias reunidas en sus casas dibujan este miércoles la estampa de un país que quiere saber "cuántos somos, cómo estamos y qué hay que hacer", dijo Morales.


Las restricciones comenzaron a aplicarse desde la pasada medianoche y concluirán 24 horas después en las principales ciudades.


En zonas del interior se prolongarán dos días más para posibilitar que los encuestadores lleguen a las áreas más remotas del país, en algunos casos atravesando incluso ríos para alcanzar las zonas más inaccesibles.


Son 217.000 los agentes censales que desde primera hora de la mañana recorren puerta por puerta todas las viviendas de Bolivia para recopilar los datos de sus habitantes y sus condiciones de vida.


Precisamente el único incidente destacable de la jornada tuvo como protagonistas a entre 4 y 6 encuestadores que se encuentran retenidos en Yucumo, en el departamento amazónico del Beni, en medio de una pelea entre dos comunidades que no se ponen de acuerdo sobre el municipio al que pertenecen.


Además, hasta el mediodía la policía había detenido a unas 328 y personas y retenido 356 vehículos en distintos puntos del país por violar las diversas prohibiciones vigentes.


Al margen de estos incidentes y del retraso provocado por las lluvias en el departamento del Beni la jornada se está desarrollando con normalidad y ya se habla de un 50 % de la población censada, informaron en conferencia de prensa la ministra de Planificación para el Desarrollo, Viviana Caro, y el director del INE, Ricardo Laruta.


Esta normalidad contrasta con los incidentes registrados en las últimas semanas, cuando a causa de conflictos limítrofes se produjeron bloqueos de carreteras en varios departamentos en protesta por la cartografía empleada en el recuento nacional.


Uno de los principales objetivos del censo es la redistribución de los recursos económicos del Gobierno a los distintos departamentos y municipios en función de su población, así como la asignación de escaños en la Asamblea Plurinacional Legislativa.


Otro de los puntos polémicos del censo ha sido la exclusión del término "mestizo" de las boletas censales, si bien el presidente Evo Morales adujo este miércoles que en ninguno de los recuentos de población anteriores se incluyó dicha denominación.


La inclusión de este término fue planteada al Gobierno por la oposición y sectores intelectuales de clase media pero no tuvo éxito frente a preguntas censales sobre la identidad indígena.


En el censo de 2001, un 62 % declaró una identidad indígena, un dato demográfico que cobró relevancia para explicar la llegada al poder en 2006 de Morales, de origen aimara.


Los cuestionarios incluyen también preguntas sobre cuestiones que no se habían tratado en los censos nacionales anteriores, como la inmigración, la eliminación de basuras y el acceso a las nuevas tecnologías, mientras que no aluden a las opciones sexual ni religiosa.


Bolivia contaba con 8,3 millones de habitantes según el censo de 2001, una cifra que se espera que supere los 10 millones en el recuento general.


Este censo se realiza con un año de retraso, ya que la previsión original era llevarlo a cabo en 2011, exactamente una década después del anterior.