Elecciones en Estados Unidos

La venta de recuerdos de Obama y Romney, un barómetro electoral

La campaña demócrata había gastado 6,7 millones de dólares en este tipo de productos, mientras que la de Romney había destinado 1,6 millones.

Gorro con la imagen de la familia
Gorro con la imagen de la familia
AFP PHOTO

Figuras del presidente Barack Obama y del candidato Mitt Romney compiten en las estanterías de las tiendas de recuerdos hasta el último día de las elecciones, y sus ventas pueden ser también un pronóstico del resultado final. 


Los recuerdos electorales son un lucrativo sector en el que tanto las campañas oficiales como los establecimientos de souvenir, los vendedores ambulantes o de internet encuentran un nicho de mercado cada cuatro años.


Se pueden encontrar calendarios, pegatinas, chapas, imanes, marcos para adornar la matrícula del vehículo, artículos de bebé y prácticamente cualquier tipo de objeto con una superficie en la que se pueda imprimir la cara o el logotipo de la campaña de los candidatos.


En Washington, en una tienda de recuerdos próxima a la Casa Blanca, Andrew Gallager, su gerente, asegura que en un año electoral las ventas se disparan y, aunque compran mercancía por igual de ambos candidatos, el público marca la pauta.


En el establecimiento han instalado un puesto de votación electrónico de atrezo en el que los clientes pueden registrar con un código el tipo de artículos que han comprado y que, al igual que las encuestas electorales, muestra las preferencias de los posibles votantes.


"Desde 1988 no hemos fallado en ningún año", asegura Gallager. "Bueno, en 2000 acertamos en el voto popular", se corrigió al recordar que finalmente venció el republicano George W. Bush, frente al demócrata Al Gore, tras una larga disputa por el recuento de los votos en Florida.


Gallager señala que son un establecimiento "apolítico", pero según las encuestas a pie de su urna ficticia, Obama aventaja con el 50,9 % a Romney, que obtiene un 49,1 %.


El comerciante asegura que la gente quiere mostrar su simpatía por su candidato y "tener un recuerdo del momento", por eso las mayores ventas se esperan el próximo enero cuando el presidente electo asuma su cargo en una ceremonia multitudinaria en Washington.


No obstante, reacio a dar cifras, apunta que si vuelve a ganar Obama no cree que hagan tanta caja como en enero de 2008, ya que "siempre un primer mandato o un presidente nuevo atrae más interés".


Las campañas también han vendido su propios productos oficiales como otra forma ocurrente y más popular de recaudar fondos.


En la tienda virtual de Romney hay camisetas con el lema "Believe" (Creemos), "Juntos por América" (en español) o "Vote" con el elefante que simboliza al partido, y que rondan los 30 dólares. Algo más original, también se puede encontrar una cadena de plata con un colgante con la "R" de Romney por 30 dólares o un alfiler de corbata por 15 dólares.


Del lado de Obama, hay broches chapados en plata y oro con el nombre de su esposa, Michelle, por 35 dólares, una espátula de grill por 40 dólares y prendas infantiles por 20 dólares.


Para todos los bolsillos están las pegatinas y los imanes a partir de 5 dólares con todo tipo de lemas como, "Zurdos por Obama", "Hipsters por Obama" o "Mujeres por Mitt", "Veteranos por Romney" y "Católicos por Romney".


Según un análisis de los reportes financieros de las campañas realizado por el diario "USA Today", los seguidores de Obama han comprado cuatro veces más camisetas, tazas y pegatinas para el coche, entre otros productos del candidato.


El diario reveló en septiembre que la campaña demócrata había gastado 6,7 millones de dólares en este tipo de productos para su venta posterior, mientras que la de Romney había destinado 1,6 millones.


Fuera de los artículos oficiales también se pueden encontrar otros objetos divertidos como los de la web www.cafepress.com en los que se hallan productos al gusto del consumidor por temas "Antiobama" y "AntiRomney" o simplemente para invitar a votar con el lema "Rock the vote"