Robo de documentos

Así será el juicio del exmayordomo del Papa

Comenzará el sábado 29 de septiembre y el acusado puede ser condenado a cuatro años de cárcel, aunque el Papa tiene potestad para perdonarle.

Paolo Gabriele, mayordomo de Benedicto XVI
Paolo Gabriele, mayordomo de Benedicto XVI
EFE

 El exmayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabriele, acusado de robo con agravante, será juzgado a partir del 29 de septiembre y puede ser condenado a un máximo de cuatro años de prisión, aunque el Papa tiene potestad para perdonarle.


El juicio de Gabriele, de 46 años, acusado de robar durante varios años documentos confidenciales enviados al Pontífice y a su secretario, Georg Gaenswein, y que han sido publicados en el libro "Sua Santita", que desvela numerosas intrigas vaticanas, se celebrará en una sala de la Oficina Judicial, ubicada en un edificio cercano al ábside de la Basílica de San Pedro del Vaticano.


Comenzará el próximo sábado a las 09.30 hora local (07.30 GMT) y de momento se desconoce el tiempo que durará, según informó hoy Giovanni Giacobbe, fiscal del tribunal de apelación del Vaticano.


Giacobbe precisó que los jueces del Estado de la Ciudad del Vaticano gozan de total independencia y que son laicos "que no tienen relaciones con la Iglesia Católica, que se rige por el Código de Derecho Canónico", pero este caso en concreto tiene como fuente normativa el Código de Procedimiento Penal italiano de 1913 y el Código Penal de 1889.


El juicio comenzará con el informe del juez relator y después intervendrá la defensa. A continuación se pasará a la requisitoria del fiscal y concluirá con la arenga defensiva del imputado, ya que éste -dijo Giacobbe- tiene siempre la última palabra.


El tiempo que llevará lo anterior se desconoce, pero fuentes vaticanas dijeron a Efe que se espera que el juicio dure pocos días, ya que el Vaticano desea cuanto antes dar carpetazo a un tema que sólo le ha ocasionado problemas.


"Será un juicio justo", aseguró Giacobbe, que señaló que el papa como jefe de Estado del Vaticano, puede ejercer en cualquier momento su prerrogativa de otorgar el perdón a su mayordomo, quien ya se ha declarado culpable y escribió recientemente una carta al Pontífice pidiéndole perdón.


Junto a Gabriele, de 46 años, también será juzgado el técnico informático Claudio Sciarpelletti, de 48, acusado de encubrimiento, y quien puede ser condenado a un máximo de un año.


En el caso de que ambos sean condenados a cárcel, cumplirían la condena en prisiones italianas, ya que el Vaticano no tiene una penitenciaría, sólo varias celdas de seguridad.


El Tribunal que juzgará a los dos acusados estará formado por Giuseppe della Torre, como presidente, Paolo Papanti Pelletier y Venerando Marano.


El fiscal será el "Promotor de Justicia" del Vaticano, Nicola Piccardi, y la abogada defensora de Gabriele será Cristiana Arru, ya que el también defensor Carlo Fusco, amigo de Gabriele, renunció recientemente a la defensa.


Los dos imputados pueden no acudir al proceso, basta que lo hagan sus abogados, aunque todo da a entender que asistirán.


Al juicio se prevé que asistan varias decenas de personas, ya que se trata de una audiencia publica.


También asistirán ocho periodistas seleccionados entre los acreditados en Vaticano, entre ellos la Agencia Efe.


No se permitirá la entrada de cámaras de televisión, radios, grabadoras, teléfonos y otros medios de comunicación.


El escándalo de las filtraciones de documentos reservados de la Santa Sede, que lleva a los tribunales a Gabriele, conocido como "Paoletto", y Sciarpelletti, se desató a principios de año, cuando una televisión italiana sacó a la luz unas cartas enviadas a Benedicto XVI por el nuncio en EEUU, el arzobispo Carlo María Viganò, en las que denunciaba la "corrupción, prevaricación y mala gestión" en la administración vaticana.


El 19 de mayo se publicó el libro "Sua Santità", de Gian Luigi Nuzzi, con un centenar de nuevos documentos filtrados desde el Vaticano que desvelan supuestas tramas e intrigas en el pequeño Estado, y el día 24 de mayo fue detenido Gabriele.


Sciarpelletti fue detenido un día después, pero 24 horas después fue puesto en libertad con cargos.


"Paoleto" estuvo 53 día detenidos, hasta que fue puesto en arresto domicilirio.


Además de la sustracción de documentos reservados, entre el material retenido a "Paoletto" se encontró un cheque a nombre de Benedicto XVI por un valor de 100.000 euros, regalo de la Universidad Católica de Murcia (España), una pepita de oro y una edición ilustrada de la Eneida de Annibal Caro de 1581, todos ellos obsequios ofrecidos al Santo Padre.


Con el juicio de los dos empleados vaticanos no concluyen las investigaciones sobre la sustracción de documentos ni tampoco se excluye la posibilidad de que el mayordomo tuviera cómplices y su eventual rogatoria internacional.


Gabriele fue sometido a dos peritajes psiquiátricos, uno por parte del tribunal vaticano y otro pedido por su abogado defensor, y ambos demostraron que era "una persona correcta y normal" que cometió un "hecho extremadamente grave".


El mayordomo del papa admitió haber cometido el delito con el fin de "mejorar la situación eclesial que se vive en el interior del Vaticano y nunca para dañar a la Iglesia y a su Pastor", según documentos judiciales.