Agosto negro en Siria

Nuevo fin de semana sangriento en Siria. El Ejército ha intensificado sus ataques en la capital y su periferia. Podrían haber muerto 200 personas, 1.600 en la última semana, según datos de Unicef. 

Desde que el régimen ha empezado a lanzar ataques aéreos, los muertos se han incrementado exponencialmente.

En Alepo y en Damasco esta imagen es habitual.

En agosto, según el observatorio sirio para los derechos humanos, han muerto 5.440 personas, de las que más de 4.100 son civiles.

Siria se ha convertido en la cara más cruel de las revoluciones del mundo árabe y Al Asad se aferra al poder intentando demostrar que en su feudo no ocurrirá lo mismo que en Egipto, Túnez, Yemen y Libia.

Desde marzo del año pasado, podrían haber muerto 26.000 personas.